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26/08/2010 / Frankfurt

El mensaje humano de la exposición “Ausencias” se despliega ahora ante los públicos de Frankfurt y Ginebra

A punto de cumplir los tres años de vida expositiva, “Ausencias”, del fotógrafo argentino Gustavo Germano y auspiciada por Casa Amèrica Catalunya, no ha perdido ni un solo ápice de su enorme fuerza y calado humano. No ha dejado de rodar y conmover al mundo y ahora añade nuevos hitos en su camino: Desde el 26 de agosto se muestra al público alemán desde el Instituto Cervantes de Frankfurt y a partir del 30 de septiembre estará en El Jardín de los Desaparecidos de Ginebra.

Aquel ya lejano 16 de octubre del 2007, el público de Casa Amèrica Catalunya asistió en Barcelona a la inauguración de una exposición inolvidable por su tremendo impacto emocional. Desde entonces, le ha seguido la pista por todas partes donde se ha exhibido a través de las noticias divulgadas en esta misma web. Aquellos días publicábamos que: “A partir de fotografías tomadas de álbumes familiares y repetidas en las mismas condiciones 30 años más tarde, el autor nos acerca al universo personal, familiar, íntimo, de los catorce casos en que se basa su proyecto. Las fotografías, presentadas por parejas, revelan la desgarradora presencia de los seres queridos ausentes. De esta forma estremecedora y cautivadora a la vez, se descubren las profundas heridas causadas por la dictadura militar argentina y su sistemático plan de represión entre 1976 y 1983”.La misma foto, antes y años después en el mismo, exacto lugar, pero con la ausencia de ese disparatado eufemismo del desaparecido, desgraciadamente popularizado por las sucesivas Juntas Militares argentinas. Gustavo Germano es, él mismo, víctima por la forzada ausencia de uno de sus hermanos. En aquella inauguración, el conseller de la Generalitat, Joan Saura aseguró que “los recuerdos familiares y el sufrimiento personal se convierten a través de ‘Ausencias’ en un objeto de denuncia y de sufrimiento colectivo”. Al día siguiente, la diputada chilena Isabel Allende se convertía en la primera personalidad latinoamericana que visitaba y elogiaba sentidamente la exposición ‘Ausencias’. Sería interminable recoger aquí parabienes y apellidos. Baste recordar como, en febrero del 2008, la presidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner, acudió a su muy simbólica puesta de largo en el Centro Cultural en la Recoleta de Buenos Aires, o cómo lucía por París en septiembre de aquel mismo año bajo el marco de los actos conmemorativos del 60º aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos. O, por seguir la relación de muy puntuales ejemplos, cómo Mauricio Rosencof, director de Cultura de Montevideo, evocó su cautiverio de 13 años mientras abría la muestra, recién aterrizada en Uruguay. O las vivencias en Chile. O los recorridos por muchas ciudades y pueblos catalanes que la solicitaron con vehemencia. Y ahora, el Instituto Cervantes de Frankfurt en puertas de otra edición más de su célebre Feria Internacional del Libro o la abierta y tolerante Ginebra, ciudad que ha dedicado un Jardín público a los Desaparecidos de las dictaduras y combinará “Ausencias”, dentro de una exposición colectiva, con la obra de Martín Acosta “ADN” y la de Helen Zout, “Huellas de desapariciones”.