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19/11/2013 / Barcelona

El momento de dar el gran salto

Artículo del director general de Casa Amèrica Catalunya, Antoni Traveria, de análisis del resultado de la primera vuelta de las elecciones presidenciales celebradas en Chile. Publicado en la edición de hoy martes 19 de noviembre de El Periódico de Catalunya.

El amplio triunfo de Michelle Bachelet –más de veinte puntos porcentuales- no ha sido suficiente para evitar una segunda vuelta electoral que en cambio podría otorgarle una mayor distancia respecto de Evelyn Matthei.

La baja participación ha sido uno de los elementos clave para que Bachelet se haya quedado a tres puntos de superar el 50% de los votos válidos emitidos. Pero si la noche electoral del próximo 15 de diciembre, como apuntan las previsiones, aumentara aún más la diferencia, la ex presidenta adquiriría la legitimidad necesaria para acometer las imprescindibles reformas comprometidas ante la ciudadanía.

La renovada coalición de la Nueva Mayoría, con la integración del Partido Comunista, tiene la oportunidad de recuperar la credibilidad perdida en el pasado reciente si es capaz de cumplir con las promesas de cambios sociales que conviertan a Chile en un país con menores índices de desigualdad y mejor reparto de la riqueza.

La desafección hacia la política de una parte no menor de ciudadanos ha quedado en evidencia y Michelle Bachelet deberá tenerlo muy presente. La derecha regresará a la oposición, aunque para Evelyn Matthei haya sido un premio de consolación alargar la competición un mes más. Su carácter temperamental, emocional, le ha jugado alguna que otra mala pasada. Con cierta altivez, pinochetista confesa, llegó a gritarles “huevones de mierda” a diputados del centro-izquierda.

Pero las razones del amplio apoyo a Michelle Bachelet hay que buscarlas también en la decepción por la gestión del gobierno del millonario Sebastián Piñera. La historia ha vuelto a demostrar que ser un empresario de éxito no supone triunfar en el ejercicio del poder político. La experiencia de gobierno de la derecha no ha dado respuesta política a las ruidosas demandas sociales.

En la última elección de 2009, con voto obligatorio, también fue necesaria una segunda cita con las urnas. Sebastián Piñera logró en primera vuelta el 44% de los votos y el candidato de la entonces Concertación, el demócrata-cristiano Eduardo Frei, el 29%. El empresario ganó al final por una diferencia de tan sólo tres puntos, a un oponente sin carisma alguno. Un margen ajustado para un triunfo en las urnas de la unión de las derechas que no se producía desde la victoria de Jorge Alessandri, en las elecciones de 1958, con 30.000 sufragios más sobre el entonces candidato del Frente de Acción Popular, Salvador Allende.

Consciente de la perdida de credibilidad, del desgaste sufrido por la Concertación en sus 19 años de gobierno (1990-2009), Michelle Bachelet entiende que hay un cambio significativo generacional y que los niveles de exigencia son hoy mucho mayores que veinte años atrás. Los movimientos sociales -en especial los estudiantes de secundaria y los universitarios, los llamados pingüinos- no han dejado de protestar en las calles desde 2011 exigiendo profundas reformas en la educación, en la sanidad, en derechos excluidos de una Constitución todavía vigente pensada y aprobada en 1980 por la dictadura para dejar todo atado y bien atado; que sigue condicionando, y de qué forma, el desarrollo de la democracia.

Chile vive en la permanente contradicción de convivir con unos índices de crecimiento y estabilidad económica de país desarrollado, compartidos con los peores del mundo en equidad y justicia distributiva. Para que ese conjunto de buenos propósitos e intenciones puedan cumplirse, se hace imprescindible una nueva Constitución que sustituya al fin un articulado trufado de trampas autoritarias que han supuesto un conjunto de obstáculos a la acción legislativa y ejecutiva de todos los gobiernos democráticos habidos desde 1990. Michelle Bachelet tiene las mejores condiciones para lograrlo.

Ha llegado el momento de dar el gran salto en la política chilena.

NOTA: Las imágenes de Michelle Bachelet que ilustran esta nota fueron captadas durante la visita que realizó a Casa Amèrica Catalunya en mayo de 2010.