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03/03/2006 / Barcelona

El obispo Pere Casaldàliga, Premio Internacional Catalunya 2006, se declara decepcionado con el presidente brasileño Lula da Silva

Cuando parecía haberse resarcido de los escándalos de corrupción que tanto habían socavado su imagen, regresan los malos tiempos para el presidente del Brasil, Lula da Silva, a escasos meses de las elecciones presidenciales. A la controversia generada por la ley que privatiza 5 millones de quilómetros cuadrados de selva en el denominado “Amazonas legal” hay que sumar las fuertes críticas contra su gestión por parte de la Iglesia del país, que le acusa haber convertido al Brasil en un “paraíso financiero”. Una polémica de la que no resta ajena el obispo emérito de Säo Félix do Araguaia, Pere Casaldàliga, al que dentro de unos días el presidente de la Generalitat de Catalunya, Pasqual Maragall entregará, en el corazón del Mato Grosso de donde el religioso no desea moverse, el Premio Internacional Catalunya 2006. Casaldàliga muestra su decepción con Lula en una entrevista publicada en El Periódico de Catalunya.

Cuando parecía haberse resarcido de los escándalos de corrupción que tanto habían socavado su imagen, regresan los malos tiempos para el presidente del Brasil, Lula da Silva, a escasos meses de las elecciones presidenciales. A la controversia generada por la ley que privatiza 5 millones de quilómetros cuadrados de selva en el denominado “Amazonas legal” hay que sumar las fuertes críticas contra su gestión por parte de la Iglesia del país, que le acusa haber convertido al Brasil en un “paraíso financiero”. Una polémica de la que no resta ajena el obispo emérito de Säo Félix do Araguaia, Pere Casaldàliga, al que dentro de unos días el presidente de la Generalitat de Catalunya, Pasqual Maragall entregará, en el corazón del Mato Grosso de donde el religioso no desea moverse, el Premio Internacional Catalunya 2006. Casaldàliga muestra su decepción con Lula en una entrevista publicada en El Periódico de Catalunya.

--Le instaron a dejar la diócesis al llegar su sucesor, pero parece que el problema está solucionado.
--Los problemas de verdad son los eternos: la reforma agraria, la falta de respeto a los derechos de los indígenas, la marginación de la mayoría de la población brasileña, la falta de infraestructuras en esta región que obliga a hacer un viaje de 24 horas en autobús si alguien tiene un problema de salud grave...

--¿Le ha decepcionado Lula?
--Incluso el secretario del episcopado brasileño ha escrito contra el Gobierno actual porque no estimula bastante el reparto de la renta y del trabajo. Ha hecho una política macroeconómica, ha respetado demasiado a las multinacionales. Necesitamos una verdadera reforma.

--Se debe de sentir satisfecho por el resurgir indígena en América.
--Si alguien tiene derecho a mandar en estos países son los pueblos indígenas. Tenemos una deuda de 500 años con ellos. Pero el expresidente Aznar preconiza una cruzada contra los políticos de izquierda indigenista y populista. Es lamentable. Con todos los posibles fracasos, es un paso histórico que un indígena llegue a presidente, como que lo haya hecho un obrero en Brasil.

--Cuando se acercaba la jubilación, sopesó irse a África.
--Tengo en la capilla una talla de madera con el mapa de África crucificada. Es el mayor desafío de la humanidad, y su pecado más grande. Todos los gobiernos honestos y las organizaciones internacionales deberían volcarse en un continente que está condenado.

--Calificó de "inhumana" la política de extranjería española.
--EEUU ha levantado una gran frontera frente a América Latina, y España también levanta vallas contra África. Pero como decía el superviviente de una patera, el hambre no tiene fronteras. Sé que los problemas de la inmigración no se pueden arreglar en un solo día, y debemos resolverlos en los países que se ven obligados a emigrar. Pero la humanidad tiene derecho al mundo.

--¿Benedicto XVI es el papa de continuidad que esperaba?
--No podía ser de otra forma: durante 20 años fue el teólogo de Juan Pablo II. Es menos publicitario y más intelectual e inteligente. Ha tenido gestos de diálogo con otras religiones: en un momento de conflicto de fundamentalismos, la Iglesia está obligada a ello.

--¿La polémica de las viñetas ofensivas para el islam puede propiciar una alianza de religiones?
--Tenemos que aprender a vivir democráticamente. En plena libertad, pero también con pleno respeto y plena convivencia. Hemos de respetar la religión del prójimo como queremos que se respete la propia, o a quienes no tienen ninguna. Quizá una ley internacional debería fijar ciertas legítimas fronteras a la libertad de palabra.

--¿Qué vínculo mantiene con Catalunya, donde no ha vuelto ni por situaciones familiares difíciles?
--Las raíces no se pierden. Las personas alejadas de su patria, en el momento de la agonía hablan en su lengua. Continúo unido a Catalunya, a España y a Europa, y agradezco las muestras de solidaridad que me llegan. Se debe vivir la identidad, pero con un corazón universal. Me alegra que el premio lleve el nombre de internacional.

--¿Qué opina de las movilizaciones del episcopado español?
--Con todo el respeto, pienso que a algún hermano obispo de España la falta una cierta libertad de espíritu y sencillez para compenetrarse con las experiencias humanas y para respetar la autonomía civil y política. Deberíamos ayudar a este mundo tan herido llevando unión, esperanza y libertad. No problemas, que ya hay bastantes.

--Sigue pronosticando que, como todos los imperios, EEUU caerá.
--Vamos hacia ello. Hoy hay más pobreza, pero también más conciencia, más agitación y más solidaridad. La Humanidad no va hacia atrás, sino hacia adelante.