Casa America Catalunya

Andrés Antillano, psicólogo criminalista y testimonio de los hechos del 11, 12 y 13 de abril del 2002 en Venezuela ha calificado en Casa América Catalunya el golpe de estado contra el presidente Hugo Chávez y la posterior movilización popular como “recorrido dantesco” en el cual se pasó del infierno al cielo en pocos días. Después de la proyección del documental “La revolución no será televisada” de Kim Bartley y Donnacha O'Briain, Antillano ha hecho un repaso a los hechos del golpe de estado y ha destacado el papel de la resistencia popular que permitió cambiar la historia y el golpe. “Una fórmula exacta, de una inteligencia atroz y una ecuación inexorable a la que falta un componente: el pueblo”. Con estas palabras definía el psicólogo criminalista el golpe de estado contra el presidente Chávez. Según éste, el golpe del 2002 marcó el patrón de los golpes de estado del siglo XXI los cuales convertirán desde entonces a la política en una técnica calculable “al servicio de los intereses”. El intento de desestabilitzación de la política contó también con el soporte de otro actor, los medios de comunicación. En palabras de Antillano, el golpe de estado fue una “superproducción televisiva con una lamentable pérdida de extras y con la participación encubierta de los militares”.“El bautizo de fuego”Los 3 días que duró el conflicto culminaron el 13 de abril con la madurez definitiva de la movilización popular en la cual el pueblo pasó de ser un actor invisible a convertirse en portavoz y a apropiarse del hecho comunicacional. Y fue precisamente este tercer poder, al margen del gobierno y de la oposición, lo que incitó a los militares en retirar el soporte a los golpistas. Para Antillano, la actuación popular en las calles marcó la sucesión de los acontecimientos hasta el último día.El modelo de la República Bolivariana de VenezuelaLa llegada de Chávez al poder en 1998 permitió paliar la situación de crisis que se vivía en el país debido al modelo neoliberal y los sectores populares pudieron participar en el poder en cierta medida. Sin embargo, y pese al excesivo protagonismo del presidente Chávez en la política actual, Antillano ha subrayado que “no es Chávez, sino millones de personas las que han tomado la política como una forma de vida”.