Guatemala celebra este domingo 9 de septiembre las elecciones generales más competidas de su historia. Los dos candidatos favoritos, el socialdemócrata Álvaro Colom, y el derechista Otto Pérez Molina, llegan empatados en intención de voto. Como todo parece indiciar, si ninguno consigue superar el 50 por ciento de los votos, se celebrará una segunda vuelta el 4 de noviembre. La campaña electoral en este país centroamericano ha estado condicionada por la violencia, con 49 muertos. Las últimas dos víctimas integraban la candidatura de la premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, cuyas expectativas de victoria –los sondeos le otorgan un ínfimo 3 por ciento de los sufragios– son nulas.
El socialdemócrata Colom y el conservador Pérez Molina, favoritos en las elecciones de Guatemala que se celebran este domingo
Guatemala celebra este domingo 9 de septiembre las elecciones generales más competidas de su historia. Los dos candidatos favoritos, el socialdemócrata Álvaro Colom, y el derechista Otto Pérez Molina, llegan empatados en intención de voto. Como todo parece indiciar, si ninguno consigue superar el 50 por ciento de los votos, se celebrará una segunda vuelta el 4 de noviembre. La campaña electoral en este país centroamericano ha estado condicionada por la violencia, con 49 muertos. Las últimas dos víctimas integraban la candidatura de la premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, cuyas expectativas de victoria –los sondeos le otorgan un ínfimo 3 por ciento de los sufragios– son nulas.
Los últimos sondeos indican que Álvaro Colom y Otto Pérez Molina, con el 32% de los sufragios, están empatados en intención de voto, lo que permite augurar una encarnizada segunda vuelta entre ambos de aquí a dos meses. Una reñida contienda que se decantará a través de su capacidad de captar los votos que hoy aglutinan el resto de principales candidatos a la presidencia de Guatemala: Alejandro Giammmattei, del gubernamental GANA, que reúne el 14,5% de intención de voto; el conservador Eduardo Suger, con el 8,4%; Luis Rabbé, del FRG, con el 4,5%, y Rigoberta Menchú, con el 3,1%.
49 muertos
Las últimas dos víctimas de la violencia que azota al país y que también ha afectado a la campaña electoral eran dos candidatos a concejales de Encuentro por Guatemala (EG), la agrupación de Rigoberta Menchú. La diputada y fundadora de EG, Nineth Montenegro, ha explicado que los asesinos pasaron disparando mientras los fallecidos repartían propaganda electoral en San Raymundo, a 30 kilómetros de la capital Ciudad de Guatemala.
La violencia política se ha cobrado 49 víctimas desde el 2 de mayo, inicio de la campaña electoral. Sin embargo, la Organización de Estados Americanos (OEA) atribuye esta situación a la situación de violencia generalizada que padece un país azotado por las pandillas juveniles y las bandas de narcotráfico que han convertido a Guatemala en una plataforma del tráfico de droga hjacia México. Según cifras del Ministerio del Interior, durante 2006 el país sufrió cerca de 6.000 asesinatos.
Discriminación de la mujer
Por su parte, la Misión de Observancia Indígena Electoral (MOIE), que tiene 60 observadores para verificar las elecciones generales del próximo domingo en Guatemala, denuncia que las mujeres han sido históricamente excluidas en este país como candidatas, situación que se agrava en el sector indígena.Así, de los 29.364 candidatos a diversos cargos en los próximos comicios, sólo 3.762 son mujeres, aunque no se precisa cuántas son indígenas.En 1995, de los 80 diputados que se eligieron, sólo tres fueron mujeres indígenas; en 1999 fueron electas dos de un total de 113 parlamentarios, mientras que en 2003 sólo una mujer maya resultó electa entre los 148 legisladores. "La participación de las indígenas ha ido en descenso y en la actualidad no representa ni el 1 por ciento del total de los puestos a elegir", subraya el MOIE.
6 millones de electores
Casi seis millones de guatemaltecos están convocados para elegir el domingo 9 de septiembre a su nuevo presidente y vicepresidente, 158 diputados al Parlamento, y 332 alcaldes municipales, para un período de cinco años.