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19/06/2007 / Barcelona

Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo: “En Argentina quedan agujeros negros en la lucha contra la impunidad de los crímenes de la dictadura”

Incansable, locuaz y convincente, Estela Carlotto, ha estado unas horas en Barcelona y Madrid hablando de derechos humanos, de la tarea de su organización y mostrando su apoyo a la segunda edición del ciclo Teatro por la Identidad que se está celebrando en Catalunya. Se sospecha que una cincuentena de argentinos residentes en España podrían ser niños robados durante la dictadura y el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, maneja desde hace tiempo una lista con una docena de casos con indicios documentados. Pero la restitución de la auténtica identidad de estas personas es una tarea difícil y titánica. En Argentina, sólo se han resuelto 87 de unos 500 casos. Y eso debiendo sortear en muchas ocasiones los obstáculos de una parte de la judicatura que no parece ver con simpatía la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo de Estela Carlotto.

Incansable, locuaz y convincente, Estela Carlotto, ha estado unas horas en Barcelona y Madrid hablando de derechos humanos, de la tarea de su organización y mostrando su apoyo a la segunda edición del ciclo Teatro por la Identidad que se está celebrando en Catalunya. Se sospecha que una cincuentena de argentinos residentes en España podrían ser niños robados durante la dictadura y el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, maneja desde hace tiempo una lista con una docena de casos con indicios documentados. Pero la restitución de la auténtica identidad de estas personas es una tarea difícil y titánica. En Argentina, sólo se han resuelto 87 de unos 500 casos. Y eso debiendo sortear en muchas ocasiones los obstáculos de una parte de la judicatura que no parece ver con simpatía la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo de Estela Carlotto.
 
Ha venido a Barcelona a hablar de “Los niños robados durante la Dictadura argentina”...
 
Estoy haciendo una pequeña gira por París, Barcelona y Madrid, hablando de las Abuelas de Plaza de Mayo y de derechos humanos. Las Abuelas tenemos la sospecha cierta de que en España hay nietos de desaparecidos argentinos, que han sido traídos, de pequeñitos, con sus apropiadores, o que han venido más tarde con motivo de su trabajo, estudios, a buscar otros horizontes... y que se han encontrado acá con la duda de si no serán ellos hijos de desaparecidos porque se difunde el tema, se habla de que hay abuelas buscando nietos, y su edad, y características de crianza y familiares coinciden... Ya hace unos años le dejamos al juez Baltasar Garzón una nómina de no menos 12 chicos que habrían sido traídos a España de muy pequeñitos por sus apropiadores, que huían de la búsqueda de las Abuelas para recuperarlos. No es tarea fácil: estamos en otro país con otras leyes, hay que tener mucho cuidado en no invadir jurisdicciones torpemente, y además, por respeto a las propias víctimas... Pero hace casi 2 años creamos en Madrid una red europea por el derecho a la identidad que se ocupa de esto... De Barcelona se han recibido informaciones de chicos que podrían ser el origen de desaparecidos en Argentina. Son, lógicamente, informaciones muy reservadas, el número nunca es exacto porque hay que investigar, algunas son ciertas y otras no.
 
¿Qué deben hacer estos supuestos jóvenes “desaparecidos” para recuperar su identidad?
 
Hay que procurar el acercamiento de estos jóvenes que ya son adultos para que ejerzan sus derechos y darles todas las posibilidades para que se hagan un análisis de sangre y lo comparen con las posibles familias y el resultado, que es totalmente cierto porque la sangre habla claramente de la ligazón con el origen... Queremos alentar a que si alguien que vive en Barcelona, sabe algo, tiene una información, que no la guarde y ayude a una víctima a encontrar su destino. Y a los jóvenes que dudan de su identidad, que no vivan oprimidos por esa duda, que la afronten, aunque duela y sea difícil: es necesario, porque nadie puede vivir con una identidad falsa. Es un derecho y también una obligación.
 
En Catalunya están surgiendo iniciativas de recuperación de la memoria histórica. Su organización es todo un referente en este campo. ¿Qué mensaje puede enviar a España donde más de 70 años después todavía restan muchas heridas de la guerra civil por cicatrizar?
 
Cada país resuelve las cosas en su tiempo y forma. Para esto no hay una receta. Ni un modelo. Cada sociedad reacciona de manera distinta. En Sudáfrica se realizó el acto de Verdad y Reconciliación para superar el “apartheid”. Nosotros rechazamos reconciliación, queremos Verdad y Justicia porque lo que pasó en Argentina fue distinto.
En España hubo una guerra civil espantosa, un franquismo que aniquiló a tantos opositores, muchos enterrados en fosas comunes, donde hay muchos abuelos de esos nietos que hoy han surgido buscando los restos. Hay que alentarlos e impulsarlos. Nada que haya ocurrido debe sepultarse cómo que no pasó nada. El riesgo de dar a los jóvenes que se están formando una historia falsa, y de que a ellos les toque, en sus generaciones futuras, la repetición de la historia, es grandísimo. Toda historia debe ser contada con la verdad más absoluta. Con aciertos y errores. En España se están celebrando los 30 años de democracia, en los que el país ha resurgido desde todos los puntos de vista: económico, cultural... el pueblo ha recuperado la dignidad. Pero si España no pone en ejercicio la memoria absoluta de lo que pasó durante el franquismo, diciendo quién es quién en esta historia, va a quedar siempre un bache, un agujero negro muy peligroso. Aconsejo no dejar agujeros negros, con la verdad y la justicia todo se vuelve del color que uno quiere, y es lo mejor para un proceso democrático.
 
¿Queda algún agujero negro en Argentina en la lucha contra la impunidad de los crímenes de la Dictadura ?
 
Quedan agujeros negros en Argentina. Hay un gobierno constitucional muy abierto y dispuesto a todo lo que sea la verdad, la dignidad, memoria y reivindicación de los desaparecidos; los espacios del terror se están transformando en espacios de la memoria como los más de 500 campos de concentración que hubo en el país. ¿Qué es lo que falta? Saber dónde están los 30.000 que se los llevaron estos monstruos y genocidas. Falta la identidad de cada ciudad y pueblo de nuestro país, donde se sabe que aquél era entregador, o genocida, o que robó un niño y nadie habla... Hay que hablarlo, hay que reconstruir la identidad histórica de cada ciudad, de cada pueblo, y lo estamos haciendo...
Las Abuelas tenemos un agujero, ¡enorme!, que son 500 nietos, de los que hasta ahora hemos encontrado 87. ¿Dónde está el resto? Eso es lo que falta. Y falta mucho: recomponer la justicia, que es injusta; recomponer la cultura...
Todavía falta mucho en Argentina.
 
Con lo de justicia injusta, ¿a qué se refiere?
Me refiero a la justicia que quita significado a la búsqueda de nuestros nietos cuando minimizan o directamente actúan en contra de la verdadera justicia. O cajonean los expedientes y causas que jueces probos impulsan y que la cámara de casación deja dormir dos o tres años. Dos o tres años para una familia que busca saber de su desaparecido, para un nieto que tiene que recuperar el entorno familiar auténtico, es muchísimo y esa es la justcia injusta. Al respecto hay denuncias formales, ya se renovó la Corte Suprema, hay jueces que han cometido este delito, porque es un delito que el que deba hacer justicia haga injustica...
 
Aquí se le denomina prevaricación...
 
Excatamente. Y Argentina es un país que no ha dejado un solo momento de moverse. Los organismos en defensa de los derechjos humanos, en compañía de la sociedad, no hemos dejado un minuto de luchar por encontrar respuestas a nuestras preguntas. Y lo vamos a seguir haciendo siempre. El día que no se haga más es porque está todo en el lugar correspondiente.
 
Está diciendo, pues, que las cúpulas judiciales argentinas ponen piedras en el camino...
 
Algunos jueces y algunas cámaras sí, indudablemente sí. Si, como ha sucedido en uno de nuestros últimos casos, tardamos 26 años para que uno de nuestros nietos encuentre su identidad, y estuvo la justicia, es porque algo anduvo mal. Se heredaron muchos jueces de la dictadura:; otros, por su formación corporativa tapan; luego, no saben, y en vez de preguntar y asesorarse, resuelven a un niño como si fuera un divorcio de los padres, cuando el que lo robó es torturador, secuestrador y asesino... O cuando hay que excarvar la tierra para encontrar los restos, tampoco se resuleve rápido. Aunque lentamente, esto se va modificando, hay una respuesta, un cambio.
Y siempre sostengo que cuando un presidente expresa una voluntad, esa voluntad es contagiosa, y las cámaras y los jueces obran en consecuencia y todos se van acomodando. Y ahora mismo, hay esta dinámica.