Segunda parte de la entrevista con Gloria König, directora de la Fundación Víctor Jara, de visita en Barcelona para asistir al homenaje organizado por Casa Amèrica Catalunya al cantautor chileno. Aquí, König repasa la situación de la política en su país en los primeros pasos del gobierno conservador de Sebastián Piñera, cómo vive Chile el legado de Víctor 36 años después de su muerte y cómo resisten sus allegados en la perseverancia por hallar justicia a pesar de los constantes obstáculos. Para König, el secreto se encuentra en las convicciones, aunque los tiempos resulten complejos.
Gloria König, directora de la Fundación Víctor Jara: “Piñera comienza a dar señales de su ideología” (y 2)
-- ¿Qué pasará ahora en Chile con la cultura popular? ¿Recortará Piñera los fondos destinados a tal fin? -- Veremos qué ocurre, pero seguro que no avanzamos. La inversión cultural realizada en los últimos cuatro años con Bachelet fue muy importante y, pese a todo, no logramos que el Estado se hiciera cargo del Estadio Víctor Jara, antes Estadio Nacional, como patrimonio cultural y centro de creación. -- ¿Cómo se financia la Fundación Víctor Jara? -- No tenemos subsidios, ni ayudas de ningún tipo. Nunca las quisimos para preservar nuestra independencia. Llegamos con apuros a fin de meses, a base de tesón e ingenio. Nos autogestionamos y en nuestro Galpón Víctor Jara (Centro de Actividades) damos cobijo a todo tipo de asociaciones culturales. De ahí han surgido grupos de talento, ya consolidados en distintas artes chilenas. Seguimos conectados a la gente y cierto poder siempre tiene la tentación de clausurarnos, pero no puede. Joan Jara sigue siendo un aliento potente, básico, que trabaja ahí cada día, aunque más viejita ya… Ella nunca ha querido vender ningún tipo de merchandising de Víctor Jara, con lo fácil que sería. Ese detalle lo dice todo. -- ¿Y cómo perciben las nuevas generaciones a un Jara que no conocieron? -- Como los jóvenes no sintonizan en absoluto con los políticos, buscan otros referentes y Víctor es uno de ellos. Para la juventud, es un icono. Por ética, por sensibilidad. Fue limpio, honesto, apasionado, coherente y esos valores conectan con la pureza de los chicos. Por cuanto hizo dejó su testimonio, revolucionario en lo social y en lo estético, transformador para lo que fueron las izquierdas de aquella época. Víctor Jara es, para nosotros, un punto de partida, no de llegada. Nuestra Fundación no es un museo. Es algo activo, que hace talleres para emigrantes, televisión, cultura, de todo…. -- Volvamos a su preocupación por la situación política…. -- La derecha tiene por fea costumbre determinar qué puedes y qué no puedes hacer con tu vida. Si hasta los canales de televisión se niegan a dar las campañas públicas de concienciación sobre el sida… Antes, podías estar hasta las cuatro de la madrugada en la comuna; ahora, debes cerrar a la una. El gobierno de Piñera ya da señales de su ideología. Como hombre de fortuna, se ha rodeado de sus propios hombres de confianza, tecnócratas y ejecutivos. Van a liberalizar lo que puedan, a flexibilizar los despidos con cualquier excusa. -- 36 años buscando justicia por Víctor y aún resisten. ¿No les fallan las fuerzas? -- No, se aguanta por convicción, por creer que el mundo puede ser mejor, a pesar de los fallos de la sociedad. La utopía debe ser un elemento permanente en nuestras vidas y la cultura es una herramienta muy poderosa en la transformación definitiva de los individuos. Hay que seguir trabajando desde abajo, desde lo local, con fuerza y convicción. Los tiempos son complejos. Nosotros hemos optado en la Fundación por los emigrantes más pobres como vía de esperanza. La cultura permite crear sujetos críticos, reflexivos y creativos. Y ahí volvemos al ejemplo, a la referencia de miles de frases creadas por Víctor Jara.