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22/01/2010 / Barcelona

Ignacio Agüero, documentalista y director de cine chileno: “El temor de la Concertación a la prensa independiente explica en parte su derrota”

El periodista y documentalista chileno Ignacio Agüero, junto a Fernando Villagrán, es artífice del documental “El diario de Agustín”. El film, proyectado estos días en Casa Amèrica Catalunya, es una precisa y reveladora radiografía de la falta de pluralidad en los medios de comunicación chilenos a través del inquietante caso del periódico más influyente del país, “El Mercurio”, acusado de complicidad en las violaciones de derechos humanos durante la dictadura de Pinochet.  “La Concertación (la coalición de centro-izquierda que ha gobernado Chile en los últimos 20 años) tiene un pecado original que de algún modo explica el triunfo de Sebastián Piñera: su temor a la prensa independiente”, afirma Agüero en la siguiente entrevista.  Y añade: “El retorno a la democracia en Chile es una deuda pendiente”. (En la imagen, Ignacio Agüero, en primer plano, junto al periodista chileno Pablo Portales)

¿Cuál es la situación de los medios de comunicación en Chile?La pluralidad en los medios de comunicación en Chile es casi nula. La prensa escrita que existe es muy poca, y mayoritariamente pertenece a la empresa que edita “El Mercurio”. Hay televisiones privadas y una pública, muy temerosa del disenso. Al final, se produce una sola gran prensa, una sola voz, derechista en general y representativa de sectores económicamente poderosos. Y no hay más.  ¿Desde cuándo esta situación?Esto viene siendo así desde el 11 de septiembre de 1973. Del día del golpe militar en adelante se produce un cercenamiento de la libertad de expresión, tal y como claramente aparece en la película “El diario de Agustín”. Y tras Pinochet, cuando llega la democracia, curiosamente la democracia no produce nueva prensa o prensa independiente. Le teme a la prensa independiente. Y ése es un ‘pecado original’ de la Concertación, que de algún modo explica el triunfo de la derecha de hoy.  ¿Cómo se explica este ‘pecado original’ de la Concertación?Las políticas de los gobiernos de la Concertación en general han sido exitosas, han mejorado las condiciones de vida de la población de manera notoria... Pero la falta de prensa independiente ha provocado que la política de la Concertación haya sido de algún modo una política derechista, aunque no en los temas de derechos humanos y de protección social. Pero ha sido una política muy convenida con el empresariado y de espaldas a las voces progresistas, que son la base de la Concertación. Y al final, es natural, pasa que gana la derecha porque en una sociedad donde la política general es derechista... bueno, que la haga la derecha. Y mientras, la Concertación se ha desgastado en la pura conservación de los cargos políticos y el poder.      ¿Cómo ha influido esa falta de pluralidad mediática?La falta de una prensa independiente ha sido un factor muy importante de la pobreza de la democracia. Aunque un Gobierno sea dirigido por alguien que milita en un partido socialista, o que pertenece a un conglomerado más o menos progresista, finalmente la gran política es la de las grandes empresas. Y esa política no es contrarrestada por ninguna otra opinión porque no hay prensa independiente. Así pues, ¿la transición a la democracia en Chile, lejos de darse por finalizada, todavía tiene aspectos fundamentales a resolver?Chile no es una democracia consolidada de forma plena, si es que somos exigentes con la palabra democracia. Evidentemente, la democracia funciona, y muy bien en Chile, cuando hay elecciones y renovación de cargos públicos. Pero el ejercicio diario de la democracia es algo muy fallido y escaso. (José) Saramago se lo dijo a Ricardo Lagos en (el Palacio de) La Moneda: “Estas democracias y sus gobernantes no son más que comisarios de las grandes transnacionales”. Y eso no puede ser democracia. Hace falta un ejercicio democrático pleno y verdadero. Es una deuda, en general, de las democracias occidentales. Y en Chile, donde se habla del “retorno a la democracia”, el retorno sigue siendo una tarea pendiente. “El diario de Agustín” relata siniestras conexiones de “El Mercurio”, el periódico más influyente del país, con la dictadura de Pinochet y sus execrables violaciones de los derechos humanos...Y no ha pasado nada. Hay impunidad total respecto a la prensa y su papel en las violaciones de los derechos humanos como queda consignado en el informe sobre represión política y tortura encargado durante la presidencia de Ricardo Lagos y que deja constancia de la responsabilidad de la prensa en las violaciones de los derechos humanos. Ese informe fue el origen de “El diario de Agustín”, que revela, no sólo el apoyo de la prensa a la dictadura militar sino su complicidad en la matanza de los opositores. Va más allá de una prensa ‘cargada’ ideológicamente –toda prensa tiene derecho a ello, lógicamente– sino a una prensa que tiene responsabilidad criminal.   ¿Le preocupa una hipotética exportación a otras zonas de Latinoamérica del nuevo hondureño de golpe de estado y elecciones para desalojar del poder a un presidente no del agrado de los sectores económicamente más poderosos?La prensa que existe en Chile está ligada directamente a las grandes empresas y grupos económicos, y a sus intereses. El comportamiento de la prensa se va derivar de los intereses de estos sectores. Y eso pasa diariamente, por ejemplo, con el conflicto mapuche. Éste aparece muy sesgadamente en la prensa, sin una voz distinta a la de las grandes empresas, interesadas únicamente en la actividad maderera, que es lo que origina el conflicto con los mapuches por el apropiamiento de las tierras. O en la energía, donde no aparece la voz de las diversas posibilidades en el desarrollo energético, es sólo el desarrollo de la energía hidroeléctrica y el interés de las grandes empresas del sector.  Tampoco parece que, tras 20 años de Concertación, la ciudadanía chilena haya exigido con firmeza un cambio en este panorama en los medios de comunicación...Esa apatía de la población proviene de los 17 años de la dictadura, que provocaron un temor a la discusión, al conflicto, al disenso... Y también por el dominio absoluto de los medios de comunicación y por la dificultad para hacer política. Pero luego hay un ‘pecado original’ de la Concertación, que desde el comienzo privilegió la alianza con los grandes empresarios, en lugar de dar curso a las posibilidades que tenía un gobierno progresista legitimado tras el plebiscito del 88. Y esto opacó cualquier posibilidad de participación ciudadana, lo que le ha acabado pasando factura con el descrédito total de los dirigentes políticos de la Concertación, que no valen nada para la población. La derrota de la Concertación no sólo se explica porque tuvo un mal candidato sino porque tiene ‘pecados originales’ y no confió en el pueblo. ¿Qué panorama prevee con el nuevo gobierno de Piñera?Tengo la impresión que la elección de Piñera, tras 52 años sin ganar la derecha en las urnas, va activar a la masa progresista A pesar de todo, es la mayoritaria en el país y se va a preguntar: ¿Por qué no tenemos prensa?. La derecha en Chile tiene ahora el poder total: la empresas, las universidades y el poder ejecutivo del Estado. La masa progresista se va a dar cuenta de que no tiene voz, salvo Internet.  Esta situación, tengo la impresión, va a entusiasmar a un cierto activismo político que estaba muerto y a hacer pensar sobre estas grandes carencias democráticas.