Con su conferencia El caballero de las letras, el escritor mexicano Jorge Volpi ha puesto broche de oro al ciclo Carlos Fuentes in memoriam. Del Premio Cervantes de Literatura, fallecido repentinamente el pasado 15 de marzo, Volpi ha dicho en el repleto auditorio de Casa Amèrica Catalunya: “Todo lo que hacía Carlos Fuentes era inverosímil, como leer cada año El Quijote. A diferencia de García Márquez o Vargas Llosa, no se conformaba con lo ya hecho y en cada novela saltaba al vacío, con enormes éxitos y fracasos”.
Jorge Volpi: “Todo lo que hacía Carlos Fuentes era inverosímil”
Jorge Volpi ha efectuado un ameno y pormenorizado paseo por la trayectoria humana y literaria de Carlos Fuentes señalando en primer lugar a Terra Nostra como su “obra maestra” y “la novela más ambiciosa del siglo XX escrita en español”. “Gracias a Carlos Fuentes decidí convertirme en escritor”, ha admitido.
Tras subrayar la “figura impecable y perfecta” de Fuentes, y su “enorme sentido del humor y la ironía, capaz de reírse de sí mismo”, Volpi se ha detenido en una de las primeras creaciones de este mexicano universal, La región más transparente (1958).
“Todo parecía caber en la ciudad de México aquí descrita. Fuentes introduce claves de la literatura universal en el microcosmos mexicano en un mestizaje de géneros y tradiciones que conforma un estilo marcado por la lucha contra el tiempo”, ha explicado.
Volpi ha apuntado que no se trata de una visión unidireccional de México ya que Fuentes también retrató las dos caras de su país, “como cielo y como infierno, como monstruo con su tradicional hipocresía”.
El motor del boom
Jorge Volpi también ha abordado el rol de Carlos Fuentes en la generación del denominado boom de la literatura latinoamericana y ha destacado cómo respondió con Terra Nostra a los Cien años de soledad de su amigo Gabriel García Márquez.
“Terra Nostra, de influencia menor que Cien años de soledad, es más ambiciosa en su voluntad de crear y recrear el orbe hispánico. Carlos Fuentes fue el motor principal del boom y Terra Nostra la novela más ambiciosa escrita en español en la segunda mitad del siglo XX”, ha asegurado.
“A diferencia de García Márquez o Vargas Llosa, Fuentes nunca se conformaba con lo ya hecho y en cada novela saltaba al vacío con enormes éxitos y fracasos. Fuentes se arriesgó a crear una tradición literaria por sí mismo. Aspiraba a ser Balzac en su permanente lucha contra el tiempo, contra México y contra sí mismo”
Y ha añadido para concluir: “Carlos Fuentes nos ha demostrado cómo desde la literatura se puede desafiar al paso del tiempo”.