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02/11/2006 / Barcelona

La coalición nacionalista Convergència i Unió gana las elecciones catalanas pero es una incógnita quién sucederá a Pasqual Maragall al frente de la Generalitat

La coalición nacionalista conservadora Convergència i Unió ha ganado las elecciones autonómicas catalanas celebradas el miércoles 1 de noviembre. La lista encabezada por su candidato, Artur Mas, ha obtenido el 31,5% de los votos y 48 de los 135 escaños del Parlamento catalán. Con un retroceso importante en escaños y votos –de 42 a 37 actas de diputado y del 31,2% al 26,8% de los sufragios–, el Partido de los Socialistas de Catalunya (PSC), la formación del actual presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, ha quedado en segunda posición. José Montilla, secretario general del PSC y ex ministro de Industria del gobierno español, era en esta ocasión el candidato socialista en substitución de Maragall, que no se ha presentado a la reelección. El nuevo presidente de la Generalitat catalana surgirá ahora de los acuerdos a que puedan llegar las seis formaciones políticas que han conseguido representación parlamentaria. (En la imagen, Maragall y Mas)

La coalición nacionalista conservadora Convergència i Unió ha ganado las elecciones autonómicas catalanas celebradas el miércoles 1 de noviembre. La lista encabezada por su candidato, Artur Mas, ha obtenido el 31,5% de los votos y 48 de los 135 escaños del Parlamento catalán. Con un retroceso importante en escaños y votos –de 42 a 37 actas de diputado y del 31,2% al 26,8% de los sufragios–, el Partido de los Socialistas de Catalunya (PSC), la formación del actual presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, ha quedado en segunda posición. José Montilla, secretario general del PSC y ex ministro de Industria del gobierno español, era en esta ocasión el candidato socialista en substitución de Maragall, que no se ha presentado a la reelección. El nuevo presidente de la Generalitat catalana surgirá ahora de los acuerdos a que puedan llegar las seis formaciones políticas que han conseguido representación parlamentaria.
Los otros partidos que han entrado en la cámara autonómica catalana son Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) (21 escaños y el 14,1% de los votos); Partido Popular (PP) (10,6% y 14); Iniciativa per Catalunya (ICV-EUiA) (9,6% y 12) y Ciutadans (3% y 3). El sistema electoral catalán, de cariz parlamentario, no contempla la celebración de una segunda vuelta entre las candidaturas más votadas por lo que el nuevo presidente de la Generalitat de Catalunya, el cuarto después de la recuperación de la democracia en España, surgirá fruto de los pactos que alcancen las diversas fuerzas parlamentarias. La mayoría absoluta en el Parlamento se sitúa en 68 diputados y los ganadores, CiU, se han quedado ni más ni menos que a 20 escaños de distancia.Así pues, el día siguiente de la jornada electoral, Catalunya es un hervidero de comentarios, rumores y especulaciones sobre las diversas combinaciones que han quedado abiertas para determinar qué partidos se pondrán de acuerdo para acceder al gobierno de la Generalitat. Dos, pero, parecen los más factibles en estos momentos. Una es la llamada “sociovergència”, una alianza “a la alemana” entre CiU y el PSC que ya ha sido abiertamente postulada por Artur Mas y que según algunos analistas sería la fórmula más del agrado del presidente socialista del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. La “sociovergència” sumaría una holgada mayoría –85 escaños– y significaría el retorno de CiU a la presidencia de la Generalitat después de los 23 años
–1980-2003– de gobierno del incombustible Jordi Pujol.La otra opción más comentada sería la reedición del “tripartito” de izquierdas (PSC-ERC-IC) que en los últimos tres años ha gobernado Catalunya bajo la presidencia de Pasqual Maragall. Esta hipótesis, que suma 80 escaños, llevaría a la presidencia del gobierno de la Generalitat a José Montilla, quién ha insinuado su preferencia por este escenario al afirmar, la misma noche electoral, que “trabajaremos por la formación de un gobierno catalanista y de progreso”. IC, la candidatura que más ha subido, reclama un nuevo “tripartito” y los independentistas de ERC, a pesar de haber sido expulsados del gobierno catalán hace unos meses por su negativa a apoyar la reforma del Estatuto de Autonomía de Catalunya acordada en las Cortes generales de Madrid, también parecen inclinarse por esta alternativa. Sin embargo, es preciso apuntar que ERC podría llegar a formar una mayoría de marcado tono nacionalista con CiU. Las dos formaciones suman 69 escaños, pero esta combinación parece mucho más remota.