Diana Raznovich, dramaturga argentina, ha destacado en Casa América el papel de la mujer artista latinoamericana en la tarea de reivindicación de las desapariciones de personas registradas durante las Dictaduras en diversos países del continente. La autora, que vivió 12 años en Europa y de la cual se han traducido diversas obras en diferentes idiomas, presenta estos días su performance de humor “El santuario estresado” en el marco del Festival Magdalena de creaciones artísticas que se celebra en Barcelona por primera vez bajo el título de “Piezas Conectadas”.
La dramaturga argentina Diana Raznovich alaba el papel de las artistas latinoamericanas en contra de la represión
Diana Raznovich, dramaturga argentina, ha destacado en Casa América el papel de la mujer artista latinoamericana en la tarea de reivindicación de las desapariciones de personas registradas durante las Dictaduras en diversos países del continente. La autora, que vivió 12 años en Europa y de la cual se han traducido diversas obras en diferentes idiomas, presenta estos días su performance de humor “El santuario estresado” en el marco del Festival Magdalena de creaciones artísticas que se celebra en Barcelona por primera vez bajo el título de “Piezas Conectadas”. Este festival ha servido para presentar la obra de diversas artistas latinoamericanas como Jesusa Rodríguez (denuncia la situación del maíz en México) o Teresa Rali, del grupo Yuyachkanid (presenta la lucha de los poblados indígenas a Perú), que han hecho del teatro la pieza impulsora de movimientos sociales para la mejora de las condiciones de estos países. En palabras de Raznovich, “cuando uno crea referentes, los crea por siempre”, y eso es lo que ha sucedido en el panorama teatral de América Latina, donde la obra de mujeres como ella ha dejado una “semilla” artística para las generaciones futuras.
La autora ha asegurado que sólo el recuerdo del pasado permite que no se olvide el “genocidio indígena” de algunas comunidades del sur del continente y que la expresión artística de esta realidad a través del teatro ayuda al trabajo de “perdón y purificación” de esta tragedia ya que los protagonistas se sienten reconocidos como víctimas.