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12/12/2005 / Barcelona

La socialista Bachelet gana con comodidad las elecciones en Chile pero deberá disputar una segunda vuelta contra el liberal Piñera

No ha habido sorpresas y la candidata socialista de la coalición Concertación por la Democracia, Michele Bachelet, es la ganadora de las elecciones presidenciales en Chile con el 45,8% de los votos una vez escrutadas el 96% de las mesas electorales. Los candidatos de la derecha Sebastián Piñera y Joaquín Lavín han logrado el 25,4% y el 23,2% de los sufragios, respectivamente, y el presidenciable de Juntos Podemos, el humanista-comunista Tomás Hirsch, el 5,3%. Lavín ya ha anunciado su apoyo a Piñera, que disputará a Bachelet la presidencia del país suramericano en la segunda vuelta electoral que se celebrará el próximo 15 de enero.

No ha habido sorpresas y la candidata socialista de la coalición Concertación por la Democracia, Michele Bachelet, es la ganadora de las elecciones presidenciales en Chile con el 45,8% de los votos una vez escrutadas el 96% de las mesas electorales. Los candidatos de la derecha Sebastián Piñera y Joaquín Lavín han logrado el 25,4% y el 23,2% de los sufragios, respectivamente, y el presidenciable de Juntos Podemos, el humanista-comunista Tomás Hirsch, el 5,3%. Lavín ya ha anunciado su apoyo a Piñera, que disputará a Bachelet la presidencia del país suramericano en la segunda vuelta electoral que se celebrará el próximo 15 de enero.

En una jornada de fiesta democrática y con ausencia de incidentes de relevancia, se confirmaron todos los pronósticos que anunciaban una holgada victoria de Bachelet -aunque insuficiente para evitar la segunda vuelta- y el ascenso de Piñera como principal opositor en perjuicio del derechista Lavín, al que la falta de un claro distanciamiento del dictador Augusto Pinochet parece haberle pasado factura.

El escenario que se dibuja para la decisiva jornada del 15 de enero se asemeja bastante al de las elecciones de 1999, cuando empataron en primera instancia el actual presidente chileno Ricardo Lagos y Joaquín Lavín, resolviéndose la cuestión con una apurada ventaja del 3% para el actual presidente chileno en la segunda vuelta. En algunos medios se subraya que la suma de los apoyos de Piñera y Lavín supera el cómputo obtenido por Bachelet, que, sin embargo, podría recabar buena parte de los votos de Hirsch. Todo parece indicar, pues, que la socialista, aun manteniendo el cartel de gran favorita, no tiene todavía resuelto su sueño de suceder a Ricardo Lagos quien, por cierto, se despide de la presidencia con una cota de popularidad del 71%, algo inédito en la historia del país.

Y si Lagos es el chileno más querido y mejor valorado, en las antípodas se halla el dictador Augusto Pinochet al que no se le habría permitido votar, si ésta hubiera sido su intención, a causa de su situación de arresto domiciliario una vez comprobada su aptitud mental para afrontar los juicios que le esperan por casos de violaciones de derechos humanos. Los resultados electorales parecen indicar que la sociedad chilena ya le ha enterrado en vida. Y para mayor deshonra del general, recientemente se ha sabido que también se le investiga por la presunta apropiación indebida de dos sables que pertenecieron al libertador Bernardo O’Higgins.