La sesión dedicada a las intensas cartas remitidas por la artista colombiana Emma Reyes al diplomático Germán Arciniegas ha servido para concluir la exitosa -y accidentada- temporada de Correspondencias, el ciclo de debates y lecturas dramatizadas sobre el género epistolar que organiza Casa Amèrica Catalunya y que próximamente podría incorporarse a los programas lectivos de Filología Hispánica de la Universidad de Barcelona.
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Las impactantes cartas de la colombiana Emma Reyes cierran la temporada de ‘Correspondencias’
En esta ocasión, la coordinadora del ciclo, la académica y Premio Nacional de Historia, Anna Caballé, ha dialogado con el editor colombiano Juan Pablo Roa sobre las cartas de Emma Reyes, recogidas en el libro Memoria por Correspondencia, todo un fenómeno editorial en Colombia que en España ha sido editado por Libros del Asteroide.
Bajo la dirección escénica de Cristina Osorno, los actores Maribell Arango (con la colaboración de Alicia) y Sergio Alessandria han interpretado las cartas encarnando de forma magistral a Emma Reyes y Germán Arciniegas respectivamente.
“Cualquier película de Hollywood se queda corta ante lo que narra Emma Reyes: el ser humano reducido a una bestia”, ha destacado Juan Pablo Roa en alusión a las penurias extremas de la niñez de la autora colombiana. “Debía ser una niña con mucha imaginación. Solo con imaginación podías huir de ese ambiente”, ha añadido.
Por su parte, Anna Caballé ha valorado la cantidad de detalles con los que Reyes describe escenas vividas con apenas 4 años de edad subrayando que “con su imaginación sutura todo aquello a lo que su memoria no alcanza”. “Se trata de una escritura biográfica con la que deja huella de una experiencia vital con toda su magnitud”, ha señalado la experta.
“No tener padre es casi como no tener nombre. En Colombia implica buscarte la vida, necesitar disponer de una segunda piel”, ha explicado Roa para el que la obra de Emma Reyes guarda claros paralelismos con la del Premio Nobel francés de Literatura en 1957, Albert Camus.
“Lo terrible visto por los ojos de un niño te da la libertad de sobrevivir sin rencor”, ha zanjado Juan Pablo Roa quien también ha reivindicado la figura del receptor de estas extraordinarias misivas: “El diplomático Germán Arciniegas era un gran americanista y un colombiano muy desconocido por la distancia existente en el país entre los intelectuales y la clase política”.