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12/03/2009 / Barcelona

Los expertos convocados por Casa Amèrica Catalunya vinculan el progreso económico de Cuba al avance de las libertades individuales en la isla

La segunda de las mesas redondas de las jornadas “Cuba, claves de futuro” de Casa Amèrica Catalunya ha arrojado un interesante debate sobre el modelo económico de la isla. Si bien la economista Cristina Xalma, autora del libro “Cuba, ¿hacia dónde?”, ha destacado algunas de las medidas adoptadas recientemente por el gobierno cubano encaminadas a mejorar los niveles de ingresos de los habitantes de la isla, Francesc Bayo, investigador de la Fundación CIDOB, y Pedro Pablo Álvarez, presidente del Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos y ex-preso de conciencia, han coincidido en reclamar un modelo económico y político que permita las aspiraciones de progreso individual en un marco de libertades. “Los problemas de Cuba no son económicos, hay que liberar sus fuerzas internas”, ha afirmado Álvarez.

La exposición más técnica sobre la situación y perspectivas de futuro de la economía cubana ha correspondido a Cristina Xalma. La especialista ha recordado que en 1989, con la caída del Muro de Berlín, Cuba perdió el 85% de sus nexos comerciales y que las reformas adoptadas cinco años más tarde tuvieron “luces y sombras”: reactivaron el crecimiento del país pero generaron la aparición del fenómeno de la doble moneda, una de las principales dificultades de la cotidianedad de la economía cubana. En este marco, Xalma ha subrayado el “ajuste económico en el marco socialista” impulsado por el gobierno de Raúl Castro, con la adopción de medidas de incremento de los ingresos de los ciudadanos cubanos como la mejora de las pensiones o la reincorporación de jubilados a la vida laboral. “En los últimos años, el gobierno ha criticado principios del sistema como el igualitarismo o los modelos de propiedad”, ha destacado la economista en un guiño de esperanza a que estas medidas permitan mejorar la calidad de vida de los cubanos.  Pedro Pablo Álvarez ha presentado un panorama mucho más sombrío. “El único fin del gobierno ha sido mantenerse en el poder a toda costa”, ha afirmado tras lamentar la ausencia de derechos básicos como el de huelga y de negociación colectiva, la represión del sindicalismo independiente y el decrecimiento de los salarios. “El nivel de vida ha descendido notablemente en Cuba. No hay manera de buscarse la vida si no es mediante el negocio ilícito”, ha manifestado para añadir a continuación: “Cuba tiene que salvarse ella misma y no pensar que va a salvar el mundo”. El investigador de la Fundación CIDOB, Francesc Bayo, ha centrado su intervención en la influencia de las relaciones internacionales en la evolución del modelo económico cubano. En este aspecto, ha lamentado que “el embargo norteamericano ha provocado una mayor cerrazón del régimen cubano, limitando parte de la apertura que se estaba produciendo” y ha enfatizado que con el actual gobierno de Rául Castro el país está tejiendo unas relaciones exteriores más “pragmática y diversificada” con las que se pretende recomponer las relaciones con América Latina y Europa, una situación que”de alguna manera, normaliza a Cuba”. Bayo también ha abordado las complejas relaciones Cuba - Estados Unidos remarcando que Washington es el principal proveedor de alimentos a la isla, que necesita importar el 80% de la alimentación que consume a causa del desaprovechamiento de la mitad de sus tierras productivas. “Desde los años 90 hay acuerdos migratorios y fronterizos entre los dos países y ahora lo que importa es reconstruir la relación”, ha apuntado. Sobre las relaciones con Rusia y China, Bayo ha precisado que no espera “consecuencias espectaculares”. “Rusia no se va a olvidar de la deuda histórica de Cuba con la Unión Soviética”, ha dicho. Ya en el posterior debate, Cristina Xalma se ha esforzado por ofrecer una visión moderademente optimisma del futuro económico en Cuba y ha afirmado que los recientes descubrimientos de yacimientos poetrolíferos podrían permitir al país la “autosuficiencia energética” en cinco años.  Bayo, por su parte, ha reclamado al gobierno que afronte el problema de la corrupción y le ha acusado de “oscurantismo” en sus políticas económicas. “Sí se explica lo que se hace. Lo que pasa es que Raúl Castro lo hace de forma diferente a su hermano Fidel”, ha replicado Xalma, quien ha remarcado que “Cuba tiene un modelo económico ajeno a los grandes intereses internacionales”. “Los problemas de Cuba no son económicos. Hay que liberar sus fuerzas internas”, ha zanjado Pedro Pablo Alvarez.