Por vez primera en la historia han surgido ‘colles castelleres’ (las agrupaciones que levantan torres humanas) fuera de Catalunya y sin el impulso directo de catalanes. Sucede en Chile, entre un entusiasmo colectivo que se ha constatado en Casa Amèrica Catalunya. “Los castellers son un regalo para el mundo porque pueden servir para mejorarlo” ha dicho en video-conferencia desde Santiago de Chile Luis Carrasco, el profesor universitario que importó a su país los “castells”. Ahora mismo, en Chile hay las “colles” de Lo Prado y Cerro Navia, que agrupan a unos 400 castellers. (En la imagen, los participantes en el coloquio que ha abordado los “castellers chilenos”: en Santiago, Luis Carrasco, el alcalde de Lo Prado, Gonzalo Navarrete, y el casteller chileno Nicolás Lara; y en Barcelona, Xavier Capdevila, periodista; Josep Cabré, ex-presidente de los Castellers de Vilafranca; Josep Bargalló, experto en el movimiento casteller y director del Instituto Ramon Llull, y Marta Nin, adjunta a dirección de Casa Amèrica Catalunya).
Luis Carrasco, profesor universitario e introductor del movimiento ‘casteller’ en Chile: “Los ‘castellers’ son un regalo para el mundo porque pueden servir para mejorarlo”
Xavier Capdevila ha explicado que el movimiento casteller surgido en Chile es un “fenómeno sociológico insólito” ya que se plantea como “terapia social en municipios con graves problemas de cohesión” y se le ha dado una proyección académica en cuanto a “valores a aplicar en la empresa y como entreno personal para crear liderazgos, equipos, directivos...”, en alusión al ‘Proyecto hombro por hombro’ incorporado a un máster de la Universidad de Santiago. “Con los ‘castellers’ reaparece la confianza de que juntos podemos hacer grandes cosas, encarnan la posibilidad de una convivencia más armónica”, ha dicho desde Chile Luis Carrasco. “Lo que más me gusta de hacer ‘castells’ es el compañerismo y la responsabilidad. Y si hago algo mal, mis compañeros siempre me apoyan”, ha comentado Nicolás Lara, de 15 años, miembro de la agrupación de Lo Prado. Castellers y escuelas“Los ‘castellers’ son diferentes: más sencillos, afectivos, colaboradores.... Son el tipo de persona que me gustaría que saliera de un colegio de Lo Prado”, ha secundado Gonzalo Navarrete, el alcalde de esta municipalidad donde las torres humanas han sido incluidas en los programas educativos de las escuelas. “Los’ castells’ son una experiencia maravillosa que dan seguridad, confianza, creatividad y solidaridad a los niños”, ha añadido Luis Carrasco. En este sentido, Capdevila ha reclamado que “las novedades que aporta Chile al fenómeno casteller lleguen a Catalunya”. Pero Josep Bargalló, cuyo tatarabuelo ya era ‘casteller’, se ha encargado de matizar el entusiasmo por la iniciativa chilena. “Son aportaciones muy interesantes, pero útiles sólo para ellos, no tanto para nosotros”, ha dicho tras reconocer que el caso de Chile, si fructifica, significará el “gran cambio, el gran paso adelante de los ‘castells’ en el siglo XXI”. “Los ‘castellers’ siempre han cambiado mucho y rápidamente, de forma a veces traumática, pero siempre positiva”, ha subrayado el director del Instituto Ramon Llull y ex-consejero jefe del Gobierno de la Generalitat de Catalunya. Haciendo historiaLa euforia ‘castellera’ que se respira en Chile también se debe en buena parte a la las actuaciones que en diversas ciudades del país efectuaron a principios de año 150 castellers de Vilafranca, en un viaje colectivo también sin precedentes en los 250 años de trayectoria del movimiento casteller. “En Chile pasamos de maestros a alumnos. Lo que aprendimos de humanidad fue impresionante”, ha señalado Josep Cabré, ex-presidente de esta ‘colla’. Xavier Capdevila, por su parte, ha lamentado la “escasa” repercusión que este histórico viaje a Chile ha tenido en Catalunya, “cuando es un proyecto muy importante de país y un tema cultural y social de primer orden”, y ha reclamado la implicación de la administración, organizaciones culturales y consulados en la internacionalización de los 'castellers'.
