“Con orgullo puedo decir que el nombre de Joan Alsina acompaña desde ahora mis convicciones más profundas”, ha señalado Michelle Bachelet tras recibir el vigésimo premio que lleva el nombre del sacerdote catalán asesinado en Chile por la dictadura de Pinochet en 1973. El galardón ha sido concedido por nuestra entidad a la presidenta de Chile en los periodos 2006-2010 y 2014-2018 y Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas hasta el pasado mes de septiembre en reconocimiento a su “larga y prolífica trayectoria por la concordia y el diálogo y en defensa constante de los Derechos Humanos”. Bachelet ha participado por videoconferencia desde Santiago de Chile en el acto de entrega del galardón, que ha sido recogido en nombre de la premiada por Jaime Ferraz, cónsul general de Chile en Barcelona.
Imagen central (de izquierda a derecha): Verónica Dávalos, abogada y secretaria del Centro Salvador Allende de Barcelona; Miquel Royo, presidente de la Fundación Casa Amèrica Catalunya y secretario de Acción Exterior de la Generalitat de Catalunya; Marta Nin, directora de la Fundación Casa Amèrica Catalunya; Michelle Bachelet, XX Premio Joan Alsina de Derechos Humanos (en pantalla); Meritxell Serret, consejera de Acción Exterior y Unión Europea de la Generalitat de Catalunya; Pilar Díaz, diputada delegada de Relaciones Internacionales de la Diputación de Barcelona, y Jaime Ferraz, cónsul general de Chile en Barcelona.
16/12/2022 / Barcelona
Michelle Bachelet, XX Premio Joan Alsina de Derechos Humanos: ‘Nunca hay que rendirse’
En su intervención, Michelle Bachelet ha insistido en que “el camino de los derechos humanos no se hace solo ni se detiene. Avanza y a veces retrocede. Nunca hay que rendirse en esta tarea”.
Triple crisis ambiental
Bachelet se ha detenido de forma especial en lo que ha denominado “triple crisis ambiental” del planeta: cambio climático, contaminación y pérdida de biodiversidad. Tras subrayar que “la supervivencia ambiental es la más difícil”, la premiada ha mostrado su preocupación por la lentitud en los cambios en producción, consumo y transporte que exige la situación. “Si los estados no hacen un esfuerzo de transformación, la declaración de un medio ambiente sano y saludable como derecho humano universal será letra muerta”, ha advertido. El fallo del vigésimo Premio Joan Alsina remarca que en la reciente etapa de Bachelet al frente de los derechos humanos de Naciones Unidas “se obtuvo el reconocimiento del acceso a un medio ambiente sano y limpio como un derecho universal vinculado al derecho internacional vigente. Un logro que se considera trascendental en la lucha global contra el cambio climático y por la preservación del planeta”.
En este escenario, Bachelet también ha revindicado una perspectiva de género que ampare la respuesta adecuada a la triple crisis planetaria ambiental, cuyas consecuencias afectan, sobre todo, a mujeres y niños. La expresidenta chilena, también exministra de Defensa y de Salud en su país y exdirectora ejecutiva de ONU Mujeres, ha lamentado el retroceso en los derechos de las mujeres por “los discursos de odio y la desinformación".
La galardonada ha alabado la figura de Joan Alsina, un ejemplo de “dignidad”. Su “caída” (el sacerdote catalán fue fusilado por la policía de la dictadura de Pinochet a raiz de su actividad sindical y en ayuda de los más desfavorecidos) fue un mensaje al mundo sobre lo que estaba sucediendo en Chile. “Catalunya nos ayudó a recuperar la libertad”, ha recordado Bachelet. “Recibo el premio con gran emoción y como acto de solidaridad internacional”, ha añadido.
Diálogo y derechos humanos
En el acto, presentado por la directora de Casa Amèrica Catalunya, Marta Nin, también ha intervenido la consejera de Acción Exterior de la Generalitat de Catalunya, Meritxell Serret, quien ha ubicado a Michelle Bachelet como un referente: "Siempre hay que estar abiertos al diálogo y persistir en la defensa de los derechos humanos", ha dicho. Pilar Díaz, diputada de Relaciones Internacionales de la Diputación de Barcelona, ha destacado el compromiso y determinación de Bachelet en la defensa del medio ambiente.
La abogada Verónica Dávalos, por su parte, ha efectuado una vibrante glosa de la figura de Bachelet. La intervención ha transitado por la extensa trayectoria de la médico chilena, que fue torturada por la dictadura pinochetista y obligada a exiliarse, junto a su madre, tras la detención, tortura y muerte en la cárcel de su padre, el general del Ejército del Aire Alberto Bachelet. Verónica Dávalos es hija del músico chileno y presidente del Centro Salvador Allende de Barcelona Eulogio Dávalos, Premio Joan Alsina de Derechos Humanos en 2014.
El coro Sine Nomine se ha encargado de iniciar y cerrar el acto con un concierto cuyo programa ha estado compuesto por canciones tradicionales catalanas y de diversos países latinoamericanos.
Actividad con el apoyo de:
