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09/06/2006 / Barcelona

Nelsa Curbelo, mediadora por la paz: “los jóvenes problemáticos son un producto nuestro”

El segundo día de las jornadas Americat XXI “Jóvenes latinoamericanos en Catalunya” ha arrancado con la intervención de Nelsa Curbelo, directora de la organización SER PAZ que trabaja con las “pandillas” de Guayaquil (Ecuador). Para esta especialista en la búsqueda de soluciones dialogadas en conflictos aparentemente irreversibles por su violencia, “los jóvenes problemáticos son un espejo de lo que somos, un espejo que no nos gusta”. Curbelo participa en la mesa redonda “Identidades latinas” junto a Lluís Paradell, del Departamento de Interior de la Generalitat de Catalunya; Laura Porzio, del Consorcio Instituto de Infancia y Mundo Urbano (CIIMU) y los periodistas Carles Quílez y Felipe Villa.

El segundo día de las jornadas Americat XXI “Jóvenes latinoamericanos en Catalunya” ha arrancado con la intervención de Nelsa Curbelo, directora de la organización SER PAZ que trabaja con las “pandillas” de Guayaquil (Ecuador). Para esta especialista en la búsqueda de soluciones dialogadas en conflictos aparentemente irreversibles por su violencia, “los jóvenes problemáticos son un espejo de lo que somos, un espejo que no nos gusta”. Curbelo participa en la mesa redonda “Identidades latinas” junto a Lluís Paradell, del Departamento de Interior de la Generalitat de Catalunya; Laura Porzio, del Consorcio Instituto de Infancia y Mundo Urbano (CIIMU) y los periodistas Carles Quílez y Felipe Villa.
 
Si alguien conoce como nadie las entrañas de las “pandillas” de Guayaquil – un fenómeno que en Catalunya se reproduce a través de grupos de jóvenes latinoamericanos como los “Latin Kings” o los “Ñetas”-, esa persona es Nelsa Curbelo. Por ello, no debe extrañar en absoluto su mensaje crítico con el actual modelo social que ha permitido la irrupción de estas organizaciones juveniles. “Los jóvenes son los grandes ausentes en nuestra sociedades. No les hemos dado espacio. Por ello, han llegado a la conclusión de que si somos lo mejor de lo peor, por lo menos hablarán de nosotros”, ha afirmado.
 
La violencia de esas pandillas es el reflejo de su entorno, según Curbelo, que ha subrayado que en el seno de esos colectivos de jóvenes el poder se ejerce en base a la transgresión y los castigos, destacando asimismo la importancia vital del dominio de los códigos del grupo. La experta también ha enfatizado la importancia del baile para esos jóvenes. “Encuentran su identidad cuando bailan juntos. Son ritmos africanos, tribales, es el baile del corazón, el del ruido que escuchaban cuando estaban en el vientre de su madre”, ha dicho mientras reproducía la percusión de esos ritmos musicales –hip hop, reggaeton- en la mesa. “Ese baile les da seguridad, aglutina su identidad”, ha añadido.
 
La directora de SER PAZ ha señalado que la proliferación de las pandillas es producto de una ruptura de los jóvenes con el sistema educativo, el trabajo y la familia. “Los jóvenes aprenden ahora de otra manera y en la escuela se aburren solemnemente”, ha manifestado no sin antes calificar de “fundamental” la ruptura afectiva con sus familias. “En las pandillas, estos jóvenes buscan y creen encontrar a otra familia”, ha sentenciado.