La Biblioteca Camp de l’Arpa de Barcelona se ha llenado de incondicionales de la obra de Nicanor Parra en Parra 103, el acto de homenaje al antipoeta chileno impulsado por nuestra entidad. La velada ha contado con las intervenciones del escritor Rafael Gumucio y el editor Ignacio Echevarría. El poeta Unai Velasco ha coordinado el memorial poético donde han participado siete poetas y dinamizadores culturales que han sorprendido al público con sus acciones performáticas inspiradas en las genuinas e inclasificables creaciones de Parra.
‘Parra 103’: tributo al antipoeta de la polémica y la ambigüedad
Rafael Gumucio conoció a Parra cuando tenía 31 años y era un joven columnista. Simpatizó enseguida con el Premio Cervantes pues éste admiraba enormemente a los periodistas y particularmente a los columnistas: decía que “ellos hacen la verdadera poesía”. A partir de entonces, y poco a poco, las editoriales empezaron a llamarle para prologar textos de Parra, y “al cabo de poco me di cuenta de que solo trabajaba para él”.
Rafael Gumucio subrayó que Nicanor Parra cultivó la polémica y la ambigüedad, y puso como ejemplo una de sus frases famosas: “La poesía terminó conmigo”. “Nunca sabremos si lo que quiso decir es que después de Parra no habría más poesía, o que la poesía lo destruyó”, apuntó el columnista chileno.
Ignacio Echevarría, que también frecuentó a Nicanor Parra pues fue su editor en España, comentó que “cuando estabas con el poeta te sentías siempre en tensión, pues constantemente te estaba poniendo a prueba, con preguntas y provocaciones, y siempre tenías miedo de hacer el comentario equivocado”.
El misterio
Echevarría añadió que la obra de Parra fue muy escasa, tan solo dos volúmenes que además incluyen muchos dibujos, pero que en cambio sus notas son infinitas pues escribía todo el tiempo. De hecho, apuntó que Parra respondía que “ya verán cuando encuentren todos mis cuadernos”, pero que nunca quiso que se hicieran públicos y de hecho existe un “misterio” sobre cuanta obra hay no publicada de Nicanor Parra.
Algunos de los poemas de Parra interpretados en la velada fueron Manifiesto, El pequeño burgués, Cambios de nombre y Viaje por el infierno, entre otros. Intervinieron en el memorial Víctor Bonet Arbolí, Unai Velasco, Gerard Altaió, Gregorio Fontén, Pía Sommer, Esther Zarraluki y Alma Reza.
También tuvo gran acogida la botella de coñac 103 y su mensaje NO siento es-tres, instalación creada por Cristina Osorno, responsable de Literatura de Casa Amèrica Catalunya, a modo de homenaje a los artefactos parrianos.
Precisamente una relectura de textos de esos artefactos parrianos combinada con imágenes captadas en el sur de los Estados Unidos sirvió de inspiración para la sugerente pieza audiovisual aportada por el videoartista Txalo Toloza.
El acto Parra 103 también contó con la presencia, entre otros, de los académicos Edgardo Dobry y Dunia Gras; del director de la Agencia Balcells, Luis Miguel Palomares, y del director editorial de Penguin Random House, Claudio López de Lamadrid.