“En América Latina se gobierna con la lógica de la telenovela y no con la de la democracia”. Así de directo se ha mostrado el periodista, escritor y profesor universitario colombiano Omar Rincón, autor del libro “Los telepresidentes: Cerca del pueblo, lejos de la democracia”, en la inauguración de las jornadas “Presidente presenta” de Casa Amèrica Catalunya. De nuevo, el auditorio de la entidad se ha quedado pequeño. Mucho público y muchos estudiantes de periodismo han seguido las didácticas y divertidas explicaciones de este experto en comunicación, que ha estudiado cómo gobiernan desde este ámbito once presidentes “progresistas” latinoamericanos, unos “montecristos contemporáneos”. Hoy martes 2 de marzo siguen las jornadas, con Alberto Barrera Tyszka y Jordi Balló abordando el fenómeno Hugo Chávez.
Omar Rincón desnuda las técnicas de los ‘telepresidentes’ latinoamericanos
Según Omar Rincón, estos presidentes de América Latina “siempre prometen más de lo que pueden, y no se arrepienten de ello”. El experto les ha calificado de “presidentes celebrity”. “Llaman la atención por su puesta en escena; son comunicativamente maravillosos y únicos en pantalla; invitan a la fe y son héroes de la expresión melodramática”, ha desgranado Rincón, subrayando que todos tienen programas de radio y televisión para distribuir justicia en público. “En América Latina no necesitamos presidentes sino motivadores de la autoestima de la opinión pública”, ha añadido. Omar Rincón también ha detallado la lógica de la telenovela que siguen estos mandatarios. “Hacen todo lo posible para conquistar el amor popular y son superhéroes morales en un discurso de buenos y malos”, ha señalado. Así, ha apuntado a la dilación en el cumplimento de sus promesas, la repetición de las mismas y la fragmentación de sus logros para aludir al todo (en el sentido de que, por ejemplo, al inaugurar una escuela ya anuncian haber solucionado el tema de la educación) como fórmulas intrínsecas de los ‘culebrones’ que los “telepresidentes” siguen fielmente en sus “permanentes promesas de alcanzar el éxito”. “Estamos en una democracia melodramática, de simulación, donde no hay ciudadanos sino consumidores televidentes. La política es odio o amor y no disenso o discusión civilizada. Hemos ganado en emoción y perdido en modernidad”, ha explicado Rincón, quien no ha ocultado su decepción por el papel de la prensa ante el fenómeno de los “telepresidentes”. “Los medios de comunicación no cumplen su función y se han convertido en sus propagandistas”, ha concluído.
