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‘Rapa Nui’, dirigida por el estadounidense Kevin Reynolds en el 93, es la última entrega y cualquier cinéfilo la conoce. Como sabe de las cinco magníficas obras que la precedieron, iniciadas con tres firmadas por el clásico Werner Herzog, formidable en su trilogía filmada en maravillosos parajes de la América Latina con protagonismo de su magnético actor de referencia, Klaus Kinski. Primero, fue “Fitzcarraldo”, cuya proyección ante nuestro abarrotado auditorio fue redondeada por el comentario del libro “Conquista de lo inútil”, sobre el diario de su complicadísimo rodaje, a cargo del cineasta Isaki Lacuesta. Transcurridos ya 28 años desde su estreno, la epopeya del barón del caucho Brian Sweeney Fitzgerald, ‘Fitzcarraldo’, no ha perdido ni un ápice de su magnetismo. Ni tampoco la mirada enloquecida de Klaus Kinski, actor fetiche de Herzog, deja de perturbar a las audiencias después de tanto tiempo.  La segunda entrega de “Buscando El Dorado” no se quedaba atrás y también obtuvo idéntica respuesta, con el “no hay localidades” en la repetición de cartel: Herzog – Kinski. Y otro título de reminiscencias gloriosas para los cinéfilos: “Aguirre, la cólera de Dios”, rodada en el 72. Recordarán su argumento. En ella, literalmente, una expedición de conquistadores españoles pretende hallar El Dorado partiendo desde las montañas del Perú en dirección al Amazonas. A partir del diario del fraile Diego Gaspar de Carvajal vamos conociendo sus múltiples vicisitudes.  En la tercera, “Cobra Verde”, película del 87, Herzog –Kinski de nuevo para recrear la leyenda de Francisco Manoel Da Silva, el más pobre entre los pobres, un buscador de oro que se convirtió en bandido, llegó a ser el traficante de esclavos más importante de Brasil y cubrió todos los grados en el escalafón social.  Tras un salto de casi veinte años, sin bajar en el listón de calidad, pasamos al estreno en la dirección de Tommy Lee Jones para el cuarto capítulo de nuestra peculiar serie. “Los tres entierros de Melquíades Estrada” también gozaron del respaldo del público, aunque la ficción nos trasladara al mundo contemporáneo, al México actual y a la temática de la frontera con Estados Unidos, donde El Dorado es la morada donde un cadáver debe hallar reposo definitivo.  Para las nuevas generaciones, impresionadas con los hallazgos de Internet y fenómenos como “El proyecto de las brujas de Blair”, descargado y visto por millones de navegantes en el planeta, debía resultar una formidable paradoja toparse de bruces con “Holocausto caníbal” para comprobar que, 25 años antes, un falso documental del mismo corte ya había puesto el mundo patas arriba. Y ese fue, precisamente, nuestro quinto capítulo en “Buscando El Dorado”, la creación  del italiano Ruggero Deodato que, en 1980, levantó ampollas, provocó censuras y generó amplísima controversia con ese falso documental sobre cuatro jóvenes que se infiltran en la selva colombiana para realizar un reportaje sobre las tribus de la zona que presuntamente practican el canibalismo. Los reporteros desaparecen sin dejar rastro. Dos meses después, un grupo de rescate tan sólo encuentra el material filmado, que muestra la aterradora experiencia vivida.  Y por último, cerrando el bucle, ‘Rapa Nui’, el drama romántico de época, ambientado en 1680, en los tiempos previos a la llegada de los exploradores occidentales, cuando la sociedad indígena vive aún dividida en dos clases, los orejas largas, o nobleza, y orejas cortas, o los estrictamente trabajadores a su servicio. Lucha de clases con guerra civil incluida y el trasfondo de una historia de amor entre pareja interclasista.  El cierre del ciclo “Buscando El Dorado” cuenta con la presencia de Arturo Alarcón Espinosa, también conocido en el mundo artístico como Arturo Frontier, personaje de dilatada trayectoria, profesor y músico básico para la difusión internacional de la cultura rapa nuí y de las melodías autóctonas de la Isla de Pascua.