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28/06/2007 / Barcelona

“Sal y Mileto”, grupo rock ecuatoriano: “Ecuador saca música igual que Estados Unidos”

Tras 13 años de trayectoria, con 4 discos a sus espaldas y un quinto ya ultimado, el grupo de rock ecuatoriano “Sal y Mileto” (el nombre juega con la filosofía de la banda de conjugar la contundencia del rock ,“sal”, con la poesía y los textos elaborados,“Mileto”, en alusión al pensador griego Tales de Mileto) actúa este sábado en el Senglar Rock de Lleida, uno de los festivales más importantes de Catalunya. De esta forma, Franco Aguirre, bajo y voz; Luís Enríquez, guitarra eléctrica y programaciones, e Igor Icaza, batería y voz, se convierten en los primeros rockeros ecuatorianos que actúan en Europa. “Estamos alucinados, pero no salimos con la bandera de ser los primeros”, afirman.

Tras 13 años de trayectoria, con 4 discos a sus espaldas y un quinto ya ultimado, el grupo de rock ecuatoriano “Sal y Mileto” (el nombre juega con la filosofía de la banda de conjugar la contundencia del rock ,“sal”, con la poesía y los textos elaborados,“Mileto”, en alusión al pensador griego Tales de Mileto) actúa este sábado en el Senglar Rock de Lleida, uno de los festivales más importantes de Catalunya. De esta forma, Franco Aguirre, bajo y voz; Luís Enríquez, guitarra eléctrica y programaciones, e Igor Icaza, batería y voz, se convierten en los primeros rockeros ecuatorianos que actúan en Europa. “Estamos alucinados, pero no salimos con la bandera de ser los primeros”, afirman. 
 
¿Quiénes son sal y Mileto, qué tipo de músuica hacéis, cómo os definís?
(I): Somos un trío de músicos ecuatorianos que trabajamos desde hace 13 años. No sólo somos un grupo rock porque también hemos hecho música para obras de teatro, danza, artes plásticas, cine, televisión. Tenemos 4 discos en nuestra trayectoria y estamos preparando el quinto; innumerables participaciones en discos compilatorios. En sus inciios, el grupo tuvo la idea de unir la música de vanguardia con los textos de un poeta y eso le ha dado una característica diferente a la banda. A nivel musical, siempre ha habido una base de rock progresivo. Usamos elementos de la música tradicional del Ecuador y trabajamos también con otros elementos de la música como el funk, el blues, jazz, hardcore, metal...
 
Por vez primera estáis tocando en Europa, ¿qué tal la experiencia y la respuesta del público?
(F): Esta gira ha sido un verdadero éxito. Nos ha ido bastante bien. No podemos olvidar que aquí, en el medio local europeo, somos desconocidos pero a poesar de ello la respuesta a la música de Sal y Mileto ha sido la mejor... El europeo, especialmente en su corporeidad, en su comportamiento en los conciertos, es más moderado que el público latino. Pero la respuesta ha sido de gran calidez, han felicitado a la banda, señalando que la propuesta les ha parecido fresca, novedosa, diferente. Creo que ha ido muy bien para ser la primera vez, que no será la última, por cierto. También para nosotros ha sido una linda experiencia ver qué tal nuestra música para “otros oídos”, por decirlo de alguna manera. Estamos satisfechos y muy a gusto.
 
Este sábado intervenís en el Senglar Rock de Lleida en vuestro debut en Catalunya donde, precisamente, hay una nutrida presencia de ecuatorianos ¿qué sensaciones tenéis?
 
(F) Estamos tremendamente emocionados porque este será nuestro primer festival propiamente de rock en esta gria por Europa. Somos una banda de rock y la expectativa está que nos come, estamos locos por tocar, felices de hacerlo, contamos que habrá ecuatorianos y también nos interesa la respuesta del púiblico catalán. Sabemos que hay un montón de bandas de Catalunya en el festival y bandas de gran trayectoria como Sepultura (Brasil). Es un privilegio y un honor y “ya nos pican las manos”, como decimos en Ecuador, por tocar.
 
(Ig) Son varios aspectos y no nos paramos en pensar que este concierto es sólo especial porque aquí hay muchos ecuatorianos. Somos muy conscientes y respetuosos pero, en definitiva, nosotros somos una banda de rock y tenemos clara la película de que la mayoría de gente que está por estas tierras no le gusta el rock. Si hay una identificación con el esfuerzo que hacen por mantener sus hogares y dejar su tierra, en ese punto obviamente que sí, como ecuatorianos y como gente que trabajamos en el arte. Pero en el otro punto, es más nada que el festival rock, es un elemento que se une más anosotros: seguir la giura, ver el público de España... Lo principal para nosotros es estar en un cartel de bandas de rock. No ha pasado en la gira (por ejemplo, en Francia, donde nos fue muy bien, intervenimos en un festival abierto a otros géneros) y vamos a ver a nuestro público, el rockero.
 
¿Ser ecuatoriano y rockero es una extravagancia, una rareza?
(Ig) En Ecuador no tenemos una escuela de rock como en Brasil, México o Argentina y hemos sufrido unas intermitencias de grupos que hicieron cosas en los 60 y desaparecieron... E igual en los 70 y 80, hasta los 90 cuando grupos como nosotros empiezan a decidir que esto es vida y no sólo una época. Nosotros empezamos en el 94 y no hemos parado, somos parte de una ecuela de rock que es nueva, con apenas 20 años, es muy joven , pero esto nos ha dado la libertad y la frescura de composición... Hoy ya no nos es tan difícil como hace 10 años, cuando nos decían: ¡chuta, cómo vas a cantar tus propias cosas!, o no entendían la cultura rock como algo nuestro, que pertenece a los humanos y no al inglés... Creo que esto ha cambiado y nosotros somos parte de ese cambio, somos una banda muy importante en ese cambio. Ese estereotipo va quedando atrás y la gente de Ecuador ya tiene claro que hay una movida y que hay miles de chicos en el país escuchando rock. Ya no es algo tan raro como hace unos años.
 
(L) Si vienes de Quito, una ciudad grande, con muchos matices, con mucha vida cultural, realmente no vives eso... Hay cosas todo el tiempo: rock, música de vanguardia, electrónica, jazz, contemporánea... Otra cosa es cómo nos ven desde fuera del país y es algo que en realidad ocurre en todos los países: que la cultura se forja en un lugar y el resto son países folclóricos. Es bueno e interesante que todos los representantes de los susodichos “países folclóricos” muestren lo que realmente es el país. Ecuador es un país mestizo, pero siempre ha habido el estereotipo de mostrar una parte ¡muy pequeña! del país, representativa sólo hasta cierto punto... Es interesante que vean que Ecuador, un país en vías de desarrollo, saca de todo, música igual que los Estados Unidos o Inglaterra o cualquier lugar.  Claro que representamos a un país pero la función está en intercambios culturales, tocar afuera, que salga al mundo lo que se hace en un país y cuando deje de llamar la atención eso de que es un grupo ecuatoriano, dónde está tu poncho... es que hemos triunfado.
 
(F) El crecimiento de las grandes urbes latinoamericanas genera el desarrollo de estas manifestaciones que son muy urbanas. No es una extravagancia sino fruto de un proceso propio de las ciudades o de los hijos de esas ciudades. El rock no es un patrimonio de quienes lo inventaron – por cierto que eran los que trabajaban, los inmigrantes trabajadores, gente negra, ¡qué coincidencia!- sino que es una participación social, se fundamente la identidad, sentimos en nuestra música la música nacional y autóctona, pero nuestro vehículo de expresión idóneo es el rock’n’roll que hacemos con ese matiz ecuatoriano que se le llama el “rock libre ecuatoriano”.
 
Lo cierto es que Sal y Mileto son los primeros en grirar por Europa, ¿se sienten “embajadores” de algo?
(Ig) Bajo las condiciones en las que el grupo ha sobrevivido, en la autogestión, en la composición sin ver el lado comercial, lo que pueda vender, es una banda con un compromiso consigo misma. Y estamos acá por nuestra cuenta, no tenemos atrás a un sello disquero. Bajo esas condiciones, eso no nos importa realmente. No jugamos al “¡ey!, ya llegamos primero” porque falta mucho y esto es parte de la historia del grupo, y como somos “sub-cuarenta”, no somos unos chicos, no estamos jugando al rockero, estamos afianzando la cultura de la forma de vida del rock en un país completamente difícil en que nos ha tocado hacer nuestra propia música porque en estos 13 años nosotros no hemos hecho un solo”cover” (versión). ¡Y eso en Ecuador! En cualquier parte es difícil, pero no se diga que en Ecuador, donde no había circuito de bares salvo en nuestra ciudad, Quito. Nosotros insistimos e insistimos y por eso hay mucho respeto, no sólo de la gente del rock sino por habernos vinculado con otras artes... Con lo del Senglar Rock de Lleida estamos alucinados, pero no salimos con la bandera del primero.
 
¿Cómo ven la situación actual en su país?(F) La sociedad ecuatoriana es de una complejidad tremenda: ¿en Ecuador se hablan 13 lenguas! Hay muchos grupos étnicos diferentes, con sus propios intereses, pero el momento histórico de la presidencia de Rafael Correa ha traido la posibilidad idílica de terminar con una clase política que ha desbaratado y saqueado el país. La gente tiene esta altísima expectativa de que se podrá generar un cambio, pero estamos en vilo viendo “¿a qué hora se corrompe este tipo?”, “¿a qué hora se le sube a la cabeza el poder?”, “a qué hora los que le rodean le van a hacer caer?”, y cualquier cosa de ese tipo... Hay esa preocupación, pero es bonito que la gente pueda sentir ese deseo y esperanza, el tipo ganó en las urnas de forma apabulladora lo que habla de que la genet busca ese cambio y la novedad de decirr que ésta es una tierra linda, rica, de gente que emprende, y nosotros, dentro de nuestra postura, de nuestra música, también pujamos por ese cambio y porque las cosas mejoren para Ecuador.