Si bien sus historias pueden parecer pueriles y destinadas únicamente al entretenimiento de audiencias multitudinarias, el género de las telenovelas contiene y refleja aspectos de carácter social de indudable interés. Tres expertos en la temática, el escritor y periodista colombiano, Daniel Samper; el productor y fundador de “Alba Films”, Félix Zurita; y la editora peruano Rosa Rodríguez han abordado en Casa Amèrica Catalunya las características de este fenómeno. “La telenovela es un instrumento para comunicar que une a Latinoamérica y España como también lo hace la cultura de la lengua, el bolero y el fútbol”, ha afirmado Daniel Samper.
Samper, Zurita y Rodríguez subrayan el componente social de las telenovelas
Los tres conferenciantes han incidido en el acento social que también contienen las telenovelas latinoamericanas más allá de la arquetípica historia de amor que constituye su ADN natural: “La esencia y secreto de la telenovela es la pareja que quiere casarse y el “libretista” (guionista) que hace lo imposible por impedirlo”, ha dicho con sorna Samper para señalar a continuación: “El conflicto social siempre está presente en la telenovela. En mayor o menor escala y aunque su solución sea benévola, piadosa”. En este sentido, Rosa Rodríguez ha recordado que es en la década de los 90 cuando se traslada la crónica periodista a las telenovelas y ha destacado la emisión de “Por estas calles”, de la venezolana Radio TV Caracas. Este serial lo protagonizaba una profesora acusada de un delito inexistente que se ve obligada a ir a los barrios marginales, dominados por los ‘narcos’. “Esa telenovela fue paradigmática e imitada posteriormente”, ha soslayado. Félix Zurita, por su parte, ha repasado su experiencia de productor de telenovelas en Nicaragua, a través de las cuales ha abordado temas tan espinosos como el SIDA. “Usé la telenovela para inculcar cuestiones sociales hasta entonces sólo tratadas en documentales. El reto fue hacer pedagogía sobre las grandes problemáticas”, ha explicado. “No debía perder de vista la realidad, pero se debía contar una historia. Los actores eran personas que desarrollaban el mismo papel en la telenovela que en su vida. Se trataba de integrar la realidad en la ficción”. “Es muy importante que la gente vea reflejados sus problemas. Y ver que nosotros, gente sencilla, también podemos protagonizar una telenovela es muy positivo”, ha añadido Zurita en alusión al impacto de las telenovelas y las cuestiones sociales reflejadas en sus tramas. “El melodrama es el gran género latinoamericano porque es propio de nosotros, que lloramos en todas partes”, ha concluido Samper sin abandonar su habitual socarronería.