Nueva sesión del ciclo Científicas por el Medio Ambiente en la que el biólogo Àlex Richter-Boix ha conversado con la ingeniera forestal peruana Tatiana Espinosa sobre la situación actual de los bosques en la región amazónica. “Es muy, muy grave. La Amazonía está llegando al punto de no retorno, al colapso. Es vital y urgente detener la destrucción de los bosques del planeta”, ha enfatizado la experta, quien junto a otras mujeres lidera una plataforma de conservación de grandes árboles en la Amazonía peruana.
Ver video íntegro de la sesión Científicas por el Medio Ambiente. El Bosque, con Tatiana Espinosa y Àlex Richter-Boix.
SOS de los bosques amazónicos: ‘Estamos matando a la gallina de los huevos de oro’
Cada día en Perú son talados 504 shihuahuacos, árboles de magnitud colosal cuya vida media es de 600 años. Esta deforestación equivale a la destrucción del terreno ocupado por 1.150 estadios de futbol. Un asunto cotidiano en Perú, el segundo país amazónico del mundo tras Brasil. En 2020, Perú batió su record de desforestación. En el vecino Brasil, en los últimos 10 años se ha registrado un incremento del 240% en pérdida de bosques.
“Es vital y urgente detener la destrucción de los bosques del planeta y recuperar el vínculo con la vida, con la naturaleza. Estamos en la sexta extinción masiva, provocada esta vez por el ser humano. Nos estamos autodestruyendo, a nosotros y a la mayor parte de las especies”. Es la voz de alarma de Tatiana Espinosa, ingeniera forestal peruana que trabaja desde hace 15 años defiendo los bosques del Amazonas, labor por la que ha sido amenazada y también reconocida con el prestigiso premio premio Jane Goodall Hope and Inspiration Ranger Award.
Punto de no retorno
“La Amazonía está alcanzando el punto de no retorno, el colapso. Con la deforestación y el cambio climático, si deja de emitir agua, también dejará de funcionar como aire acondicionado para esta parte del planeta”, ha explicado tras recordar que un árbol grande de la región puede generar hasta 1.000 litros de agua al día.
“Si continuamos deforestando la Amazonía, ciudades como Lima, Bogotá o La Paz se quedarán si agua”, ha añadido.
Tatiana Espinosa es rotunda: “Dependemos de la salud de los bosques y necesitamos unos bosques que no sólo existan sino que no se degraden”, ha señalado en alusión al impacto de la actividad maderera en el Amazonas. La activista y su organización ARBIO centran sus esfuerzos actuales en la conservación del shihuahuaco, árbol gigante endémico de la región cuya madera es muy codiciada para la elaboración de parquet. China acapara en la actualidad el 75% de la demanda de este producto.
Monumentos naturales
“Los shihuahuacos son monumentos naturales. Pocas especies son tan altas. Además, son hábitat de especies vivas como las águilas, guacamayos, loros... Están unidos por grandes redes subterráneas de ráices y hongos y conectan y comparten información -como una red neuronal- con los árboles más jóvenes a los que ayudan de esta manera en su desarrollo. Talándolos estamos eliminado un rol clave en los bosques amazónicos”, ha manifestado.
Al respecto, Àlex Richter-Boix ha recordado que la desforestación pone en peligo a más de 10.000 especies vivas. Tatiana Espinosa ha precisado que sólo en la copa de un árbol grande amazónico habitan unas 5.000 especies distintas de insectos.
Preguntada por Richter-Boix sobre la posibilidad de establecer un sistema de reforestación por parcelas a 20 años vista similar al que se lleva a cabo en Suecia, Espinosa ha afirmado que las características biológicas de los shihuahuacos la imposibilitan: “Crecen muy lentamente y en esos 20 años apenas lo harían en 2 centímetros”, ha dicho para lamentar a continuación que “no hay información sobre las especies de madera dura que se están cortando. Estudiamos a los árboles como un producto y no como un ser vivo”.
Y si bien la tala de estos grandes árboles es legal, la ingeniera forestal ha deplorado el silencio de las autoridades sobre su vital y urgente protección, hecho que atribuye a la gran presión de la industria. “Estamos a expensas de las demandas de la industria. Al talar los grandes árboles estamos matando a la gallina de los huevos de oro”.
Más información:
La tala de bosques pone en peligro la supervivencia de todo el ecosistema, por Anna Cuatrecasas.