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11/12/2009 / Barcelona

“The Illusion”, o la cicatriz social cubana convertida en documental de gran nivel

Casa Amèrica Catalunya presenta el lunes, 14 de diciembre, el documental “The Illusion”, premiado en la última edición del Festival de Cine de Berlín (‘La Berlinale’), en su sección de cortometrajes. “La ilusión”, con una duración de 24 minutos,  es la ópera prima de la joven cineasta cubana Susana Barriga, de 27 años, colmada de elogios en Alemania gracias a esta creación, que excede los límites culturales para entrar en los sociológicos, el retrato familiar y la tensión política generada por la situación vivida en el país caribeño a lo largo de las últimas décadas.

Susana Barriga llegó a Londres en busca de su padre, al que dejó de ver cuando apenas era una niña que alcanzaba su pubertad. Él, un revolucionario de primera hora, abandonó Cuba camino del exilio inglés, sin mirar atrás. Su hija llega a Europa y registra la experiencia en cámara oculta. Durante la promoción del cortometraje en La Berlinale, Barriga explicó así tan formidable vivencia personal: “Obviamente, se trata de una película muy íntima y está aún inconclusa. Soy de las que creo que el cine trata de la vida y yo tengo mucho aún por resolver, no con el cine sino con mi familia. Mi padre aún no sabe que lo filmé”. Con cierta desazón, Susana confiesa que su primera intención pasaba por crear un film sobre “la felicidad”, pero el deseo se desmorona pronto, ya en los fotogramas iniciales, cuando su progenitor, un hombre ya maduro, le pregunta desconfiado si de verdad es una de las hijas que dejó en Cuba: “Muéstrame su pasaporte”. A partir de ahí, continúa el recelo del ex revolucionario: “Aquí he logrado cierta tranquilidad y tu has venido a fastidiarla. Los funcionarios cubanos en Londres ya saben o sabrán que estás aquí. Vete. Cambia de apellido. Olvídame. Soy un malvado. Sólo volveré a Cuba cuando haya democracia”.“No me esperaba que tanta gente viera mi película en Berlín. La hice sola y fue muy importante para mi, por negativo que resultara el reencuentro con mi padre”, señaló Barriga. Susana, en el film, comenta a su padre que su propia hermana falleció hace años, que su única pretensión consistía en compartir una pizza en Londres con él y que, al negarse a recibirla a causa de su paranoia, la envía de regreso “a la desmemoria”. Todo un retrato de la tensión, de la cicatriz social cubana personalizada en una familia, dos personas, el retrato de un tiempo y el peso de una ideología.