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Todo por decidir en la segunda vuelta en Perú “No se puede descartar nada en las elecciones que se celebran hoy en Perú. Lo único seguro es que habrá una segunda vuelta para dos de los hasta cuatro candidatos con opciones de disputar la presidencia. La perplejidad podría llegar en el supuesto de que, si se confirmaran las últimas encuestas, los elegidos fueran finalmente Ollanta Humala y Keiko Fujimori. El aplauso entusiasta de los mercados a la política económica de Alan García no merece el mismo grado de satisfacción por parte de amplios sectores de la población que han quedado excluidos de la década de más generación de riqueza de los últimos 70 años; aquello que han definido como «paradoja del crecimiento infeliz». De aquí vienen los ajustados porcentajes entre los cuatro candidatos principales.  Los excelentes datos económicos sólo han llegado para reforzar una parte de la clase media, sin que los sectores más olvidados de la sociedad peruana hayan percibido el evidente despegue del país. Se han priorizado las inversiones en infraestructuras pero se han dejado de lado políticas sociales que pudieran influir en la reducción de la distancia entre ricos y pobres. En las zonas rurales la pobreza aumentó. Las villas miseria continúan formando parte del duro paisaje limeño. Todo esto a pesar de que las dos últimas presidencias de Alejandro Toledo y Alan García han aportado un crecimiento sostenido anual de un 5%, hasta llegar en 2010 a un 8,7% del PIB con una previsión para este año de un 7%. El futuro Gobierno se encontrará con un Estado con enormes reservas para gestionar. Este positivo balance con crecimiento sostenido que vive Perú tampoco ha servido, esta vez, en una coyuntura de bonanza, para que se haya producido un reparto más equitativo de la riqueza generada.   Fuerte correctivoOllanta Humala parece haber aprendido del fuerte correctivo que sufriço en 2006 cuando en la segunda vuelta perdió frente a un resucitado Alan García . Comprometido a reformar a fondo aquella Constitución de 1993 que dictó Alberto Fujimori, Humala ha moderado tanto su discurso que ha llegado a asegurar que no cambiará el modelo liberal vigente o que «el modelo venezolano no se aplicará en Perú». Al otro extremo, Keiko Fujimori, hija del convicto Alberto Fujimori, condenado a cumplir 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad y corrupción, se enorgullece de la presidencia de su padre. Es más, lo considera «el mejor presidente de toda la historia de Perú». En 2006 fue la diputada que obtuvo el número de votos más grande y ahora su partido será, con toda seguridad, la fuerza política con más congresistas.  El expresidente Alejandro Toledo ha ido de más a menos en esta campaña electoral. Hace un mes era vencedor seguro. Hoy lucha para no quedar fuera de la segunda cerca rezando a Dios en una iglesia evangelista para poder sobrevivir a los pronósticos. Aún así, si Toledo llegara a disputar la presidencia, pasaría a ser el favorito. Quien más lo ha perjudicado es quien fue su ministro de Economía, Pedro Pablo Kuczynski , el candidato de las clases acaudaladas y de la banca internacional, con quién Toledo disputa una franja de electorado común decisiva para que los dos puedan quedar fuera. Si Kuczynski pasara el corte y se tuviera que enfrentar a Humala, la polarización extrema estaría servida.  La volatilidad del voto, la corrupción, la atomización de candidatos y la apatía, como consecuencia de todo ello, descubren graves carencias que podrían generar riesgos de fractura social en un futuro no muy lejano. La insatisfacción alimenta candidaturas excéntricas y explosivas como las de Ollanta Humala y Keiko Fujimori . Que precisamente sean estos dos los que aparezcan hoy como favoritos para disputarse el triunfo final en una segunda vuelta resulta aclaratorio. La apatía se ha instalado en unas elecciones en las que todo aparece contaminado por el pasado sin novedades para el futuro”.