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24/04/2009 / Barcelona

“Un instante preciso”, el film sobre Jorge Drexler de Manuel Huerga, colecciona elogios en el Festival de Cine de Málaga y se perfila como mejor documental

El documental “Un instante preciso” del director de cine Manuel Huerga sobre el cantautor uruguayo Jorge Drexler sigue acaparando elogios en el festival de Málaga de cine, donde compite en la sección oficial de este género. “Película magistral”, “referente del género”, “poema audiovisual perfecto” son algunos de los calificativos dedicados al film por la crítica especializada. Rodado en blanco y negro, “Un instante preciso” fue grabado a finales de 2007, durante una serie de siete conciertos que Drexler realizó en Catalunya. La película es producto de un acuerdo de colaboración de la productora Ovideo, Casa Amèrica Catalunya, la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID) y TV3.  El festival de cine de Málaga, que este año cumple su duodécima edición, finaliza este sábado 25 de abril.

Sobre “Un instante preciso”, Antonio Sempere ha escrito en el diario “Málaga, hoy”: “Lo disfrutamos un centenar de privilegiados. Sucedió a medianoche del domingo, cuando los móviles con los que algunos que trataban de apresar el momento marcaban el dígito del lunes 20 de abril. Acababa el primer pase con público del documental Un instante preciso, realizado por Manel Huerga sobre la gira de Jorge Drexler por siete localidades cercanas a Barcelona.  Para quien suscribe, la música de Drexler es la que mejor ha cantado al amor correspondido en lengua castellana desde Serrat. Aunque en la película también se permita hacer algunos pinitos en catalán. Lo que vivimos en el Albéniz, con Drexler presente, fue mágico. Porque sus melodías contienen toda la hondura para reactivar el cataclismo emocional, y sus acordes, aparentemente tan sencillos, el detonante suficiente para hacer aflorar al lacrimal lo que no está en los escritos. Para el amor no correspondido ya están los músicos brasileños. Para todo lo demás, para la felicidad de la buena, la química, el tránsito, la simbiosis, el viaje compartido, en el siglo XXI, están Drexler y muy pocos más.  Manel Huerga, aristócrata del audiovisual, congenió con el músico uruguayo, y compuso un poema audiovisual perfecto. De esos que van muy por delante. Que sacan a los de Carlos Saura, es un poner, dos siglos de distancia. Las texturas, las cadencias, todo es prodigioso en Un instante preciso. Una película que se disfruta más cuanto más se ve. Un cine que se escucha. Un salvavidas para decepcionados y escépticos. Un canto al amor, lo único importante. Lo único. Quien lo probó, lo sabe”. Y Walter C. Medina ha dicho: “No hizo falta más que “Un Instante Preciso” para conmover a una audiencia que aplaudió de pié esta magistral película que Manuel Huerga presentó el pasado domingo 19 de abril, en la 12 edición del Festival de Cine de Málaga.Era cerca de medianoche cuando las luces de la sala 4 del cine Albéniz dieron lugar a la ovación general, ya que fue en ese instante preciso cuando público y prensa comprendíamos la magnitud de este documental que nos introduce en la intimidad de un Jorge Drexler cuya sensibilidad creativa se refleja con creces en la obra de Huerga. Rodado casi en su totalidad en un blanco y negro que pretende y logra situar la atención del espectador en la simpleza del cantautor uruguayo, Un Instante Preciso se va transformando paulatinamente en un juego de espejos, un ida y vuelta entre el observador y el observado, un testimonio de dos miradas tan creativas como profundas.  Definir esta producción documental que sin duda se convertirá en un referente irrefutable dentro del género, no es tarea sencilla. Porque la película es en sí misma un híbrido, un multigénero que nos revela la intimidad del artista, sus creaciones y la relación con su público; pero que supone, además, un viaje que asombra por la extraordinaria peculiaridad de sus componentes. La cámara inquieta de Huerga nos arranca de la platea para introducirnos de lleno en la serie de conciertos que durante noviembre de 2007, Jorge Drexler ofreció en distintas ciudades de Cataluña. Pero como ya se ha dicho, Un Instante Preciso no se trata sólo de un cantautor en gira, sino que nos descubre la espontaneidad, la complicidad del creador con su público, su búsqueda de armonía musical en instrumentos poco convencionales, su originalidad, e incluso la esencia de la que se nutre un Drexler que no todos conocemos.  Caminamos con él por Barcelona. Somos testigos de su constante inquietud por descubrir nuevos sonidos, presenciamos sus ensayos. Mientras tanto Huerga nos hace directores, nos moviliza, nos ubica detrás del objetivo para que seamos nosotros mismos los encargados de registrar la acción. Un feedback espléndidamente logrado que seduce de comienzo a fin. Drexler se deja hacer. Juega, improvisa, conmueve y, sobre todo, camina siempre entre un absoluto protagonismo y un protagonismo compartido. Y es tal vez allí en donde reside el mayor mérito del documental. Porque Huerga muestra a Drexler tal cual es. Un cantautor que rompe los moldes, que se baja del escenario y se quita los lauros del artista consagrado para hacernos conocer, espontáneamente, toda la grandeza que habita en su sencillez, para transmitirnos su poesía y para hacernos cantar.  “Cada uno da lo que recibe, luego recibe lo que da”, dice Drexler en una de sus canciones. Y seguramente Un Instante Preciso sea el resultado de ese dar y recibir. Huerga y Drexler, Drexler y Huega, dos artistas y una manera de darnos a los espectadores lo que ellos habrán comenzado ya a recibir. Enhorabuena, y gracias por este gran instante.